El Mecanismo de Equidad Intergeneracional, también conocido como MEI, es un nuevo impuesto que se encuentra en vigor desde el pasado 1 de enero. Se trata de una tasa que afectará, aproximadamente, a 20 millones de trabajadores en nuestro país, sin distinción de si se trata de un trabajador por cuenta propia (autónomo) o por cuenta ajena (empleado).
Se trata de un nuevo impuesto "temporal, contingente, secuencial, flexible y equilibrado", según afirma la web de Moncloa. El objetivo principal de este tributo es rellenar las arcas de las pensiones para garantizar que todas las generaciones gocen de estas. Asimismo, el Ejecutivo informó sobre la inyección económica a las pensiones valorada en 225.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, declaró que "en 2023, se mantiene el poder adquisitivo de las pensiones, y se avanza en el equilibrio de la Seguridad Social".
El mecanismo interviene sobre los ingresos y no sobre los gastos, como hacía su antecesor, el ya derogado Factor de Sostenibilidad.
El Mecanismo no alterará las pensiones, a diferencia del Factor de Sostenibilidad. Afectará del mismo modo a los trabajadores independientemente de sus ingresos. Las personas que estén registradas en el sistema de la Seguridad Social sufrirán un ligera disminución de sus nóminas un 0,6%. El Gobierno prevé recaudar alrededor de 22. 000 millones de euros hasta 2032, dado que el tributo tiene una duración aplicable a diez años.
En el caso de que un empleado recibiese 1.000 euros en su nómina, teniendo en cuenta que el MEI descuenta un 0,6%, la empresa pagaría cinco euros y el empleado uno, del total de los seis descontados.