El precio de la gasolina en España ya es el más caro de la historia: esto cuesta llenar el depósito
El precio de la gasolina pulveriza el récord histórico en España, que registra las cifras más altas según los datos difundidos por el Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Si la luz vuelve a tocar máximos históricos, los carburantes no se quedan lejos. El precio de la gasolina ha marcado esta semana su quinto récord consecutivo en plena invasión de Rusia sobre Ucrania, un conflicto que ha provocado que el petróleo Brent, el de referencia en Europa, haya alcanzado hoy su precio más alto desde 2013.
Según los datos difundidos este jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), la gasolina se vende esta semana en España a una media de 1,608 euros el litro, mientras que el gasóleo lo hace a 1,496 euros. Ambas cifras son las más altas registradas.
Tras esta nueva subida, la novena consecutiva para ambos carburantes, la gasolina se sitúa ya un 5,7 % por encima de su precio récord, que estuvo vigente más de nueve años y superó hace algo más de un mes, mientras que el gasóleo marca un precio un 3,5 % superior a su anterior máximo de 2012.
¿Cómo afecta la guerra a la subida del precio de la luz y la gasolina?
La gasolina no ha dejado de incrementar sus precios desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania. A pesar de que España solo recibe el 5% del petróleo procedente de Rusia, un conflicto armado supone un ascenso importante del precio y una inflación disparada.
Desde hace varios meses, la inflación en Occidente no deja de aumentar y en España ha alcanzado un 6,5% debido principalmente al incremento de los precios del gas y la dependencia energética. Y se trata de un dato que podría seguir creciendo teniendo en cuenta que Rusia es el principal proveedor de gas de la Unión Europea.
La posición de España es mucho más compleja. Por ahora se muestra tranquila, debido a que Argelia es el principal proveedor de gas y ha destacado que el suministro está garantizado. Aun así, también se encuentran en un fuerte conflicto con Marruecos, y que nuestro país pretenda una buena relación con ambos puede terminar dejándonos sin gas y con cifras de inflación por las nubes.