La primera propuesta del Gobierno consiste en introducir el factor de sostenibilidad que vincula la pensión a la esperanza de vida. Esta reforma entraría en vigor en el año 2019 y se revisaría cada 5 años.
La segunda propuesta consiste en fijar una fórmula para revalorizar las pensiones donde entren en juego diversas variables como el crecimiento, el empleo, los precios o la cantidad de cotizantes y pensionistas que tenga en ese momento la Seguridad Social. La revalorización tendría además un suelo mínimo y un techo máximo de forma que no se pueda ni bajar, ni congelar, ni subir las pensiones mucho más allá del IPC.
La intención del Gobierno es conseguir hoy un amplio apoyo para llevar esta ley al Congreso a finales de este mes y aprobarla antes de que acabe el año.