Nueva Tarifa de Último Recurso (TUR): qué es, puntos clave y cómo solicitarla

La tarifa TUR es el nombre abreviado que recibe la Tarifa de Último Recurso, ofrecidas por las comercializadoras del mercado regulado:

• El Ministerio es el encargado de fijar las condiciones de esta tarifa.
• Lejos de contar con un precio determinado, se establece la fórmula con la que se fijará el precio en cada revisión.
• La TUR se revisa cada tres meses: en enero, abril, julio y octubre.
• La citada tarifa no tiene permanencia. Esto significa que se puede contratar y volver al mercado libre cuando se desee.
• En el mercado del gas, la TUR es equivalente a la PVPC, es decir, la tarifa de precio regulado del mercado eléctrico.
• La nueva TUR está compuesta por cinco términos: el fijo, el variable, el impuesto de hidrocarburos, el alquiler del contador y el impuesto sobre el valor añadido (IVA).
• El margen de comercialización queda fuera, factor que sí se incluye en las tarifas del mercado libre.

Hasta el momento, existen tres TUR:

• TUR 1: dirigida a un consumo inferior o igual a 5.000 kilovatios hora al año. Es el habitual para una vivienda con cocina de gas.
• TUR 2: para un consumo situado entre 5.000 kWh/año y 15.000 kWh/año. Esta tarifa está pensada para una vivienda con cocina, calentador de agua y calefacción de gas natural.
• TUR 3: destinada a un consumo superior a 15.000 kWh/año e inferior o igual a 50.000 kWh/año.
• A las anteriores, se suma la nueva tarifa para grandes consumidores de más de 50.000 kWh/año. La medida está dirigida a comunidades de vecinos con calefacción central y, de momento, estará en funcionamiento hasta finales de 2023.

¿Cuánto costará?

El precio de la TUR se establece mediante subastas del mercado bajo la supervisión del Gobierno. Debido a que se actualiza cada tres meses, el cliente del mercado regulado podrá encontrar variaciones en el precio de los meses de enero, abril, julio y octubre.

No obstante, se espera que el precio del kilovatio hora en la nueva TUR se espera que sea la mitad de lo que ahora pagan las comunidades de vecinos. Según el comparador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), si tomamos como referencia las tarifas reguladas que ya existen en el mercado, el mercado libre es entre dos y cuatro veces más caro.

¿Qué diferencia de precio hay?

De acuerdo con las últimas cifras que arroja la herramienta de la CNMC, la factura de un hogar promedio en el mercado rondaría los 564 euros, frente a los más de 1.100 de la tarifa más barata del mercado libre, en este caso en concreto de la empresa CHC Energía.

De esta manera, se puede sostener que la asimetría entre las tarifas reguladas de la luz y del gas no puede ser mayor. Frente a lo ocurrido en el sector eléctrico, donde los consumidores del mercado libre han sido los más paganos de la crisis energética, en el ámbito del gas, la tarifa regulada continúa siendo la mejor manera de protegerse y hacer frente a la notable subida de precios en la que España está inmersa desde hace dos años, al menos.

¿Por qué la TUR es más barata que el mercado libre?

El hecho de que la nueva TUR sea más barata que el mercado libre se debe a que en el mercado las comercializadoras tienen la capacidad de traspasar las subidas del gas a su gusto. Por el contrario, en el mercado regulado el Gobierno establece una fórmula fija para obtener el precio del término variable.

La segunda ventaja de la tarifa regulada es que su precio no puede subir más de un 15% en cada actualización trimestral. En consecuencia, se evitan grandes picos en la factura.

¿Quién se puede acoger a la TUR?

Aquellos hogares que consuman menos de 50.000 kilovatios hora (KWh) al año se pueden acoger a la TUR. Esto engloba a, prácticamente, todos los clientes domésticos de España. Al menos, todos los que tengan una caldera individual.

De acuerdo con los últimos datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), la demanda del consumidor tipo con calefacción de gas ronda los 5.200 KWh anuales.

En el caso de aquellos que únicamente cuentan con agua caliente de gas, la media es de menos de 3.700 euros. Para los que únicamente tienen cocina alimentada por este combustible, se queda en poco más de 1.300.

¿Quién paga la diferencia entre el mercado regulado y el coste mayorista del gas?

De manera temporal, las comercializadoras de último recurso reciben menos dinero del que gastan en la materia prima. Se trata de una dinámica que tiende a revertirse en los próximos años debido a que dichas empresas tienen garantizado este cobro por ley.

Tras varios ejercicios de superávit, en 2022 se revertirán las tornas, probablemente con una abultada cifra negativa que habrá que abonar en los años venideros.

Si estoy en el mercado libre, ¿cómo me puedo cambiar?

En caso de querer cambiar, el procedimiento es bastante sencillo. Únicamente sería necesario contratar el suministro con las diversas comercializadoras de la TUR:

• Baser Comercializadora de Último Recurso. (EDP)
• Endesa Energía XXI.
• Comercializadora Regulada, Gas & Power. (Naturgy)
• Iberdrola Comercialización de Último Recurso.

Este cambio es completamente gratuito y no puede demorarse más de tres semanas. Además, de acuerdo con el regulador, la nueva empresa proveedora de gas es responsable de tramitar el cambio de suministro con la distribuidora.

Por su parte, la antigua "deberá enviar su última factura en un plazo máximo de seis semanas a partir de la finalización de su suministro".

¿Cuánto subirá la TUR en 2023?

A pesar de que la subida depende de la evolución de la cotización de la materia prima en los mercados internacionales, solo el 15% de esa variación se podrá trasladar al consumidor final.

Esto significa que esta tarifa se mantendrá, con toda seguridad, como la más ventajosa del mercado para los particulares.

Se acabó repartir costes: cada vecino pagará lo que gasta

Las comunidades de vecinos con calderas comunes deberán incorporar antes de mayo de 2023 contadores individuales de conteo del agua caliente. De esta manera, cada hogar pagará exclusivamente por lo que consumen.

Esta medida proviene de la normativa europea y pondrá fin a una forma poco efectiva de los edificios antiguos, donde todos los vecinos pagan lo mismo por el agua caliente y la calefacción, consuman lo que consuman.

Cabe destacar que también se llevará a cabo una campaña para promover la sustitución de contadores de agua analógicos por digitales. Se trata de elementos más precisos que pueden ser revisados sin necesidad de ir al domicilio.

Es una instalación que sufragará el Gobierno, con un coste de unos 40 millones de euros y que se llevará a cabo entre 2023 y 2024.