La inflación y los conflictos bélicos provocan un descenso de las ventas en alimentación y bebidas
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha presentado junto a la Federación Española de Industrias de Alimentos y Bebidas) el último informe económico sobre consumo correspondiente al 2023. Un año marcado por la continua presión de la tendencia inflacionista y las guerras de Ucrania y Oriente Próximo que han provocado, entre otras consecuencias, una disminución por primera vez del número de empresas alimentarias
Madrid |
La industria de alimentación y bebidas está pagando un elevado coste a cuenta de los altos niveles de presión inflacionistas que venimos padeciendo en los últimos meses. Un escenario al que hay que sumar además la prolongación del conflicto en Ucrania y el recrudecimiento de las tensiones en Oriente Próximo. Dos elementos que han tenido una repercusión directa en el consumo y en la capacidad inversora de muchas empresas que están retrasando sus estrategias dirigidas al crecimiento del sector. Precisamente, por este motivo, el director general de FIAB (Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas), Mauricio García de Quevedo, considera de vital importancia “reforzar la autonomía estratégica del sector en España para evitar el efecto dominó de un contexto inestable”.
Y es que el último Informe Económico elaborado por la FIAB recoge un descenso de las ventas del sector de un 2,6%, en 2023, respecto al año anterior (162.459 millones de euros). Es la primera vez que se produce este retroceso desde 2013, sin tener en cuenta el 2020 marcado por la COVID. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, estima que los hogares españoles han reducido un 1.2% el consumo per cápita en alimentación para el hogar.
Un retroceso que es producto de la tendencia inflacionaria en los costes de la industria, al que hay que sumar una debilidad en las exportaciones y la demanda interna, que se ha agudizado por los episodios de sequía que hemos vivido de forma prolongada en nuestro país.
Reducción del número de empresas en el sector
Todos estos efectos han tenido en el último año una repercusión en el conjunto del sector empresarial de la industria de la alimentación y las bebidas, registrando un descenso del 6,5%, que se concentra sobre todo en aquellas empresas con un menor número de trabajadores. Son estas pequeñas empresas las que han demostrado más dificultades a la hora de afrontar estos contextos productivos más desfavorables. En 2023, había registradas 28.335 empresas, son 1.824 menos que en el mismo ejercicio del año anterior.
El informe, conocido este martes, hace referencia también a la evolución del empleo en este sector en el último año. El número de afiliados crece un 2%, en cifras globales han trabajado en 2023 un total de 463.900 personas de las cuáles el 38,2%% son mujeres.
Bajan los niveles de exportación en 2023
Las exportaciones de la industria española de alimentación y bebidas alcanzaron en 2023 un volumen de negocio de 47.620 millones de euros, manteniendo así a nuestro país como uno de los principales exportadores de la industria alimentaria a nivel mundial, mientras que ocupa el quinto lugar entre los principales exportadores de la Unión Europea, por detrás de los Países Bajos, Alemania, Francia e Italia.
Sin embargo, el contexto económico inflacionista y geopolítico que vivimos actualmente ha provocado un cambio en el ritmo de crecimiento del valor de las ventas al exterior, que ha pasado del 6% en 2022 a un 3,4% en 2023. Un cambio de tendencia que se aprecia en una reducción del 6% en el volumen total de las exportaciones de nuestro país.
La Unión Europea continúa siendo el principal destinatario de las exportaciones de España, siendo el principal socio comercial para el sector alimentario, con un peso del 58% del total. Entre los principales países: Francia, Italia y Alemania, mientras que las exportaciones extracomunitarias, en Estados Unidos se aprecia un ligero retroceso del 6,4%, todo lo contrario que sucede con el Reino Unido, donde las exportaciones han crecido un 9,4%. Sin embargo, el mercado que ha experimentado una caída más destacada es China, con un valor total de 1.837 millones de euros y una disminución del 23,6%, que refleja la bajada de sus importaciones de porcino tras haber superado el país asiático la fiebre porcina.