Europa entra en una guerra comercial con China por la subida de aranceles al vehículo eléctrico
Estados Unidos ya anunció hace unas semanas una subida arancelaria para los coches importados chinos hasta el 100%. Una decisión que ahora comparte la Comisión Europea, que ha optado por un incremento de las tasas aduaneras a los fabricantes chino que pueden llegar hasta el 38%, por considerar su comercialización como competencia desleal respecto a los fabricantes europeos
Madrid |
La Comisión Europea ha comunicado formalmente a China su decisión de imponer un arancel adicional por la importación de vehículos eléctricos que pasaría del 10% actual, hasta el 38,1%. Considera Bruselas que los precios de este tipo de vehículos, subvencionados por el Gobierno chino supone una competencia desleal.
Una decisión que llega tras las conclusiones preliminares adoptadas a raíz de la investigación que se inició el pasado mes de octubre que pretendía determinar si la importación de los coches chinos está ocasionando algún daño a los fabricantes europeos. Mientras, la Comisión encargada de llevar a cabo esta investigación ha determinado que existe la posibilidad de imponer un arancel específico a la empresa estadounidense Tesla, con carácter individual, tras la petición que ha realizado uno de los fabricantes chinos.
Esta subida de los aranceles no tiene una aplicación inmediata, sino que previsiblemente se podría empezar a imponer a partir del mes que viene. Mientras llega esa fecha, la intención de Bruselas es seguir negociando con las autoridades chinas una posible solución al conflicto de intereses, antes de que la subida de aranceles sea definitiva de cara al mes de noviembre.
La respuesta del Gobierno chino
Ante la decisión conocida este miércoles, China ha respondido diciendo que nos encontramos en un claro caso de proteccionismo, por lo que el Gobierno asiático, ha anunciado que adoptarán las medidas que sean necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de China.
Es la respuesta que ha dado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, quien ha instado a la Comisión Europea a cumplir con el compromiso de apoyar el libre comercio y oponerse al proteccionismo. Aunque no existe, de momento un anuncio oficial por parte del Gobierno de Pekín sobre la imposición de aranceles a sus importaciones, la potencia asiática no descartaría una subida de las tasas aduaneras hasta un 25% para aquellos coches de gran cilindrada que afectaría principalmente a Mercedes y BMW.
Disparidad en la postura del Gobierno español
La medida anunciada hoy por la Comisión Europea no es definitiva, porque se requiere que los diferentes países miembros de la UE den luz verde a esta subida de los aranceles. Una circunstancia, nada fácil de salvar, porque en esta cuestión muchos de los países miembros están divididos: mientras que en Francia, Emmanuel Macron, es favorable a esta medida, el canciller alemán Olaf Scholz, lidera el grupo de países europeos que se oponen.
Esta división se plasma, en el caso de España, en el seno del Ejecutivo central con dos visiones contrapuestas. Por un lado, la de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que defiende esta subida de los aranceles a China por competir con ventajas con el resto de fabricantes, al estar recibiendo subvenciones estatales. Ribera considera, que es necesario impulsar medidas que ayuden a la industria automovilística europea a ganar terreno en la transformación hacia nuevos modelos de movilidad más sostenibles, como los vehículos eléctricos.
Más prudente se mostraba el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien aboga por evitar una guerra comercial con China, que acabaría por perjudicar a todas las partes. Entiende Hereu, que es lógico que Europa adopte elementos de protección, como ya ha hecho Estados Unidos, y ha recordado que en una reciente reunión con su homólogo chino adquirieron el compromiso de evitar este tipo de guerras comerciales de las que nadie sale beneficiado.