Este jueves se convalida en el Congreso la reforma de las pensiones que ha liderado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y ha defendido esta reforma diciendo que "permite abordar el reto demográfico" a través de un "conjunto de medidas equilibradas" que garantizarán "la suficiencia" del sistema.
El ministro ha destacado que las medidas de esta segunda parte de la reforma servirán para "ampliar, garantizar y generalizar nuevos derechos en materia de protección social".
Una de las medidas que recoge esta reforma es la subida de las pensiones mínimas por encima de la inflación entre 2024 y 2027. Esta medida pensada para garantizar su suficiencia, supondrá un alza de un 22% de la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo, que pasará de 966,20 a 1.178,50 euros al mes.
La reforma de Escrivá dice que la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo debe alcanzar el 60 % de la renta mediana de un hogar de dos adultos, lo que supondrá 16.500 euros anuales en 14 pagas en el año 2027.
Con respecto a las pensiones mínimas no contributiva subirán, también con el IPC, más el mismo 1% del resto de mínimas contributivas, y se incrementarán adicionalmente cada año, en el mismo período y por el mismo procedimiento, pero con la referencia de multiplicar por 0,75 el umbral de la pobreza de un hogar unipersonal.
Así, en el 2027 las pensiones mínimas no contributivas alcanzarán cerca de 8.300 euros anuales o unos 592 euros al mes, frente a los 457,30 actuales.
En definitiva, las pensiones irán subiendo entre 2024 y 2027 de manera progresiva, por encima de la revalorización media de las pensiones, por tanto, por encima del PC.