Según las principales entidades internacionales, la economía mundial está al borde de sufrir una recesión que podría llegar en los próximos meses. El contexto provocado por la guerra de Putin en Ucrania ha llevado a una situación dramática a muchos países que hoy se encuentran en verdadero riesgo de contracción.
El Fondo Monetario Internacional fue el primero que advirtió, en abril, y con el paso de las semanas y los acontecimientos se han sumado el Banco Mundial y la OCDE. Los temores ante un posible riesgo de un corte en el suministro de gas ruso son el principal problema al que se enfrenta Europa. Entre los países con mayor riesgo de recesión se encuentran Alemania, Francia o Italia. España, de momento, se salva.
Una recesión económica se da cuando se produce una importante caída de la actividad económica de un país durante un tiempo considerable. Esta recesión se hace visible en indicadores como el empleo, la producción o las rentas.
Algunos de los síntomas que nos pueden dar pistas sobre una posible recesión son el aumento del desempleo, la disminución del consumo, la disminución del PIB y el aumento de los inventarios.
Para luchar contra este tipo de recesión económica los bancos centrales suelen establecer políticas monetarias expansivas, reduciendo las tasas de interés para estimular la inversión y el consumo.