Madrid |
Se abre un nuevo capítulo en el pulso comercial que mantienen la Unión Europea y China a raíz de la anunciada subida de aranceles la semana pasada, por parte de la Comisión Europea, a los vehículos eléctricos importados desde China. Se había especulado con esta posibilidad, pero hoy mismo el Gobierno asiático ha anunciado formalmente que abre una investigación "antidumping" contra las importaciones de cerdo procedentes de la Unión Europea. Una decisión que podría afectar directamente a los intereses españoles, puesto que España es uno de los principales países exportadores de carne de cerdo a China, dentro de la Unión Europea.
El anuncio de esta investigación se produce después que a principios de este mes de junio la Asociación China de Ganadería presentara una solicitud ante el Ministerio de Comercio chino para revisar los productos importados durante el año pasado y los consecuentes daños que estas compras podrían haber provocado en el sector asiático entre 2020 y el 2023. Una investigación que se podría prolongar hasta doce meses, con lo que de momento no se espera que se vaya a adoptar decisiones por parte del Gobierno de Pekín con carácter inmediato.
Sin embargo, desde la Asociación Nacional de Industrias de la Carne en España (ANICE) ya han mostrado su preocupación ante esta decisión por parte de las Autoridades chinas, porque esta medida amenaza la posición privilegiada de nuestro país como primer exportador cárnico de Europa y el segundo a nivel mundial.
Y es que estamos hablando de un sector, el cárnico en concreto el porcino, que el año pasado consiguió alcanzar una cifra récord de exportaciones, hasta llegar a los 10.583 millones de euros y una balanza comercial del 625%. En concreto, en el 2023 las exportaciones de porcino a China superaron las 560.000 toneladas por un valor de 1.223 millones de euros, lo que convirtió al país asiático en el principal destino del 20% de las ventas exteriores de porcino.
Hay que tener en cuenta que, más de la mitad de la facturación que obtiene España por la venta de productos alimentarios a Pekín, un 61%, es resultado de la venta de carne de cerdo y despojos, pero hay otros sectores como el vino o el aceite, que también se podrían ver afectados, ya que son tres de los principales productos que nuestro país exporta al país asiático. Bien es cierto, que en los últimos tres años las exportaciones de nuestro país han ido en descenso, pasando de los 3.803 millones de 2020 a los 1.882 de 2023.
Cuando se conoció la noticia la semana pasada de la subida arancelaria de Bruselas a las importaciones de coches eléctricos chinos, el propio ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, pese a respetar y comprender esta decisión hizo un llamamiento para evitar entrar en una guerra comercial con China, y ya advirtió que esto podía conllevar una respuesta por parte del Gobierno de Pekín. Una decisión que se ha confirmado hoy y a la que respondía el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien reclamaba no aventurarse en lo que pueda suceder.
Planas ha reiterado el mismo argumento, sobre el peligro de entrar en una batalla arancelaria con China que puede acabar perjudicando a un sector, el cárnico, que pese a que ha ido abriendo nuevos mercados, continúa centrando gran parte de sus exportaciones en el país asiático. El ministro de agricultura ha recordado que de momento no hay una decisión en firme, y que espera que se pueda llegar a un acuerdo con China en el marco de una negociación para evitar que esto acabe desembocando en una subida de los aranceles a las importaciones chinas.