Madrid | 03.05.2024 06:05
Las centrales hidroeléctricas de bombeo son quizá la solución de almacenamiento masivo de electricidad más prometedora que tenemos y permite una cobertura eficiente en las horas de más demanda. Está disponible a cualquier hora, puede generar energía limpia infinitas veces y no depende del tiempo. “Son una solución perfecta, como explica Marcos Rupérez, profesor de OBS Business School, para el almacenamiento que puede mejorar la seguridad de nuestro suministro y producir energía renovable, más barata y limpia”.
La central hidroeléctrica de bombeo de Iberdrola de Cortes-La Muela es la más grande de España y una de las mayores de Europa. Funciona desde hace casi 35 años y es capaz de suministrar energía a 400.000 hogares al año. Ahorra además la emisión de más de 2 millones de toneladas de CO₂ a la atmosfera.
Elias Carpio jefe de la Central Hidroelectrica La Muela Iberdrola, nos explicaba que "se trata de un circuito cerrado en el que no hay consumo de agua. La misma agua que baja es la que después sube. Su funcionamiento es sencillo: dos embalses conectados por un salto de agua con un desnivel de 500 metros". Uno de ellos, el superior, es artificial, ocupa más de un millón de metros cuadrados y se utiliza como una gran batería para almacenar la energía, que se conecta a través de un tubo de acero con el embalse inferior de Cortes de Pallás. Dentro de la montaña, se encuentra la caverna, donde las turbinas permiten producir la energía eléctrica. Básicamente, se marea el agua, bombeándola cuando hay excedente de energía y turbinándola cuando el sistema lo demanda. El agua tarda en subir y bajar cerca de 15 horas en cada caso, aunque su entrada en el sistema cuando se necesita es instantánea.
Las centrales de bombeo son sostenibles y aportan una energía eficiente al sistema energético que permite ajustar las curvas de generación y demanda, como apunta Borja González Collado, director Cuenca Mediterránea La Muela Iberdrola. Cuando es necesario, el agua acumulada en la parte superior se envía a través de la tubería a la inferior, transformando la energía potencial del agua almacenada en electricidad totalmente limpia.
En España hay 1.300 centrales hidráulicas, el 90% son pequeñas instalaciones, una cifra que aumentará en los próximos años. El potencial de bombeo en España es uno de los mayores de Europa, porque tenemos muchos ríos y montañas. Disponemos además de muchas instalaciones hidroeléctricas con posibilidad de ser transformadas en bombeo. El problema es el elevado coste, que puede superar los 1.200 millones de euros.