El Consejo de Ministros se ha reunido con carácter extraordinario para aprobar este jueves la segunda fase de la reforma de las pensiones. Acordada con CCOO y UGT y rechazada por la CEOE, se ha aprobado como Real Decreto-ley, aunque el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se ha abierto a tramitarla como proyecto de ley en el Congreso para que los grupos parlamentarios puedan negociar la introducción de enmiendas.
Esta segunda pata de la reforma de pensiones, que ha sido negociada con Bruselas y cuenta con el aval de Unidas Podemos, es uno de los hitos vinculados al cuarto desembolso de fondos europeos. Con ella, se completa el paquete total de cambios en el sistema de la Seguridad Social adoptados en esta legislatura y recogidos en el Plan de Recuperación.
La reforma contempla subidas de bases máximas y de cotizaciones, mejoras en las pensiones mínimas y el establecimiento de un modelo dual para calcular la pensión. Asimismo, supondrá un incremento de casi 20.000 euros en la futura jubilación de los trabajadores de 25 años y de casi 5.000 euros en empleados que se jubilen en 2027, según las proyecciones del Ministerio.
Según la reforma, a partir de 2027 se introduce un nuevo modelo para determinar la cuantía de la pensión: ésta podrá calcularse o con los últimos 25 años cotizados o con 29 años de cotización, de los que se podrán excluir los dos peores, por lo que en la práctica el cómputo en este segundo caso será de 27 años. Esta nueva forma se introducirá progresivamente desde 2027 hasta 2038, año en el que ya quedarán completamente desplegados los 29 años (menos dos).
Hasta 2040, podrá elegirse entre estas dos opciones, y entre 2041 y 2043, la opción de 25 años irá subiendo a razón de seis meses por año, desde 25,5 años en 2040 a 26,5 años en 2043, pudiendo elegirse entre este periodo o los 29 años (menos los dos peores).
A partir de 2044 ya no se podrá elegir y la pensión se calculará con 27 años efectivos de cotización (29 años menos los dos peores). De oficio, mientras existan las dos alternativas, la Seguridad Social siempre aplicará la más ventajosa para el trabajador.
Según se recoge en la página web de la Seguridad Social, a partir del año 2013 se ha ido incrementando de manera progresiva el número de años que un trabajador necesita para poder acceder al máximo de su pensión, es decir, aquella que está basada en el 100% de la base reguladora.
En 2023, el trabajador que tenga 65 años y quiera optar a la pensión máxima, tendrá que haber cotizado 37 años y 9 meses o más. Estos requisitos irá en aumento durante los siguientes años y hasta 2027.