Los durísimos años 50, bajo el franquismo más feroz y con un ambiente social, dice la autora, que asfixiaba sobre todo por el peso de la Iglesia y su comportamiento.
Rosa Regás relata magistralmente el modo en que la mujer se veía sometida en aquella época; sus relaciones familiares; el matrimonio y el nacimiento de sus hijos; el no poder ver libremente a sus padres exiliados. Y hace un retrato magnífico también de la burguesía catalana, y especialmente de lo que ella llama "la burguesía pía".
Con ella viajamos también a París, donde nos cuenta las cenas en casa de Josep Tarradellas, a los conciertos de Edit Piaff que pudo disfrutar o a cómo conoció a Jordi Pujol en Roma y de quien dice que nunca consideró que los económicos fueran verdaderos delitos.