Como si este fenómeno por sí solo no fuese suficientemente impresionante, el eclipse traerá consigo la posibilidad de observar tres fenómenos no tan comunes y que generan una gran curiosidad: las perlas de Baily, el Anillo de Diamantes y las Manchas Solares.
Durante un eclipse solar total, se hace visible un fenómeno muy singular justo antes y después del momento de la totalidad.
Se trata de las Perlas de Baily, unas pequeñas "perlas" o "gotas de luz" que se forman alrededor del contorno irregular de la Luna a medida que el disco solar se va ocultando, o va reapareciendo. Así lo explican en Nathional Geographic.
El nombre proviene del astrónomo británico Francis Baily, quien fue uno de los primeros científicos en observar y explicar este fenómeno en el siglo XIX.
El Anillo de Diamantes es un fenómeno que ocurre justo en el momento previo a la totalidad, cuando Luna se desplaza de tal manera que cubre casi por completo el disco solar.
En ese momento, lo que queda visible en el cielo es tan solo un destello luminoso, que se asemeja a un anillo de diamantes resplandeciente que rodea la silueta oscura de la Luna.
El efecto final es el de un anillo luminoso que rodea la silueta de la Luna, normalmente destacado por un punto de luz central, el cual se conoce como el "diamante" del Anillo de Diamante y cuyo brillo intenso es el resultado de la luz solar concentrada y refractada a través de un único punto.
En astronomía, se conocen como Manchas Solares a aquellas regiones temporales de la fotosfera, zona de la atmósfera de una estrella de donde proviene la radiación, solar que aparecen como áreas oscuras al observar la superficie del Sol.
Se trata de manchas que aparecen como resultado de intensas actividades magnéticas y que señalan áreas donde el campo magnético solar es extremadamente fuerte.
Aunque son observables en condiciones normales, durante un eclipse, cuando la Luna bloquea la luz directa del Sol, las Manchas Solares se vuelven visibles con un contraste enorme, siendo fácilmente identificadas y observadas mediante telescopio y filtros solares convencionales.
Esto ofrece una oportunidad única para que cualquiera que lo desee pueda observar el Sol en todo su esplendor sin la necesidad de disponer de herramientas especializadas o el acceso a telescopios profesionales. Así lo explican en Nathional Geographic.