Madrid |
Cada año, millones de españoles se lanzan a la caza de su décimo de lotería, persiguiendo el sueño de convertirse en millonarios en una mañana. Las bolas ruedan, los niños de San Ildefonso cantan, y la emoción se palpa en el aire… hasta que llegamos al temido momento del "no premiado". ¿Sabías que hay terminaciones que parecen estar malditas? Sí, esos números que, año tras año, se quedan como los grandes olvidados del bombo, como si el azar tuviera algo personal contra ellos.
En esta ocasión, vamos a darles su merecido protagonismo. Porque si el Gordo y el cinco siempre están en boca de todos, las terminaciones menos premiadas tienen su propio encanto: son los rebeldes de la suerte, los incomprendidos del sorteo. ¿Qué tienen en común? ¿Por qué el destino las relega al olvido? Recorremos las sombras del azar y descubrimos qué números están más cerca de ser una tradición perdedora. Quizá, solo quizá, este año sea el momento de darles una oportunidad.
Si miramos al historial de premios, hay números que parecen llevar una relación complicada con la suerte. Las terminaciones 09, 10, 21, 25, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82 nunca han escuchado el canto de los niños de San Ildefonso anunciando su victoria. ¿Es mera coincidencia? ¿O hay algo más en juego?
De igual forma, las cifras finales 1, 2 y 9 se llevan el dudoso honor de ser las menos premiadas a lo largo de la historia del sorteo. Los décimos que terminan en uno encabezan esta lista negra, seguidos de cerca por el dos y el nueve, como si el azar les hubiera dado la espalda en repetidas ocasiones.
Pero más allá de las estadísticas, hay números que también sufren en el momento de ser elegidos en las administraciones de lotería. Aquellos que comienzan o terminan en cero, o que cuentan con cifras repetidas, son percibidos como "feos". Esta percepción se mezcla con supersticiones históricas, como el temido 13, que muchos evitan como la peste por ser considerado sinónimo de mala suerte.
Sin embargo, el azar, caprichoso como es, se ha burlado de estas supersticiones en varias ocasiones. En 2016, el primer premio terminó en 13, rompiendo la maldición, y en 2018, el Gordo cayó en el 03347. Algo similar ocurrió en 2022, cuando los 400.000 euros se los llevó la combinación 05490, un número que muchos podrían haber descartado por su apariencia.
Si algo nos enseña el Sorteo de Navidad es que todo puede suceder. Aunque haya terminaciones que parecen gafadas, cada año trae consigo una nueva oportunidad para romper las estadísticas y desafiar al destino. Los números olvidados, los considerados feos, e incluso aquellos que parecen malditos, podrían ser los protagonistas inesperados de esta edición.
Por lo tanto, si este año tienes un décimo que termina en uno de esos números "gafados", quizá debas pensarlo dos veces antes de descartarlo. Tal vez el Gordo, cansado de seguir patrones, decida dar un giro y coronar a los grandes olvidados del azar. Porque, al final, la lotería no es solo cuestión de estadísticas, sino también de esperanza y un poquito de magia.
¿Y tú? ¿Te atreves a desafiar a la mala fama y darles una oportunidad a los números malditos? ¡El bombo tiene la última palabra!