Madrid | 04.12.2023 10:46
Se acerca el esperado sorteo de la Lotería de Navidad. En concreto, muchos empiezan a comprar sus décimos meses antes de este día, además de adquirir varios de ellos y de diferentes administraciones y localidades. Eso sí, antes de participar en el sorteo, es importante saber que no todos pueden jugar. Esto se debe a la existencia de unos supuestos en los que, en caso de tocar, no se podría cobrar el premio.
En concreto, la Ley 13/2011 de Regulación del juego establece que hay una serie de prohibiciones a la hora de jugar a los diferentes juegos de azar. Cabe destacar que estas limitaciones no están solo relacionadas con la Lotería de Navidad, sino también a todo tipo de apuestas.
Las personas menores de 18 años no pueden participar en juegos de azar, como la Lotería de Navidad u otras apuestas. En estos casos, deben ser los padres o tutores legales quienes jueguen en representación del menor interesado.
Las personas legalmente incapacitadas no pueden participar ni reclamar premios en la Lotería de Navidad. En estos casos, sus tutores legales son quienes deben realizar las apuestas, comprar los décimos y cobrar los premios en su nombre, similar a lo que ocurre con los menores de edad.
Las personas con adicción al juego pueden pedir ser incluidas en una lista de exclusión voluntaria para no poder jugar. Sin embargo, si existe una resolución judicial que prohíbe a alguien jugar, esta opción no es voluntaria. En tales casos, la persona tiene prohibido tanto participar en el juego como cobrar premios.
Los ejecutivos y directivos de Loterías y Apuestas del Estado, junto con sus familiares hasta segundo grado, están excluidos de participar en cualquier sorteo o apuesta organizada por la propia entidad que dirigen. Esto significa que tanto ellos como sus familiares cercanos, no pueden comprar boletos ni ganar premios en estos sorteos. Sin embargo, esta restricción no se extiende a los sorteos organizados por otras entidades; en esos casos, ellos y sus familiares pueden participar libremente.
Además, la prohibición no solo afecta a los altos cargos directivos, sino también a aquellos empleados que, aunque no ocupen posiciones de liderazgo, desempeñan roles importantes en la inspección y control de los sorteos.
La participación en cualquier apuesta o sorteo está prohibida. Esto incluye a accionistas, partícipes y titulares de la empresa operadora del juego. Asimismo, personas involucradas en la organización, preparación y desarrollo de los sorteos no pueden participar. Esta restricción se extiende también a sus parejas, cónyuges, convivientes, y familiares directos como padres e hijos.
La prohibición es clara: estas personas no pueden participar directa o indirectamente en los sorteos a los que estén relacionados, y tampoco pueden hacerlo a través de terceros, sean personas físicas o jurídicas.