Si has pedaleado en Vitoria habrás comprobado cómo por algunas de las calles peatonales resulta incluso peligroso en algunos momentos y, cualquier ciclista con cabeza, acaba bajando de la bicicleta para ir caminando con ella en la mano.
La nueva normativa restringe el uso de la bici en 6 calles y 3 plazas del centro de la capital alavesa un par de horas por la mañana y prácticamente toda la tarde. Y no es nada descabellado ni “sin sentido”. Tiene su lógica y vela por la seguridad de todos. No es que se prohíba ir en bici, es que se prohíbe ir en bici por determinadas calles, siempre podemos utilizar la calle paralela. Como en otras ocasiones y ciudades, esto lo ha hecho el Ayuntamiento con toda su buena voluntad, pero sin escuchar a las partes implicadas. Así vemos cómo, efectivamente hay alternativas para evitar esas calles si queremos ir en bici, pero esas calles adyacentes no están acondicionadas aún (aunque ya están presupuestadas y diseñadas).
Eso es lo que reivindica (perpleja) la Asociación de Ciclistas Urbanos de Vitoria, Bizikleteroak, quienes acudieron al Foro de Movilidad para debatir este asunto y se encontraron con un Ayuntamiento con una decisión tomada y que no pensaba cambiar.
Es siempre difícil establecer normas que ordenen la convivencia, pero es inteligente dejarse aconsejar. Ningún ciclista urbano quiere poner en riesgo la integridad de un peatón, y nadie desea que ningún peatón salga perjudicado por nuestro empeño de ir en bici. Tanto derecho tiene un peatón a caminar como un ciclista a pedalear y posiblemente esta decisión de restringir el paso sea la solución definitiva, pero ¿Por qué no haber esperado a tener las alternativas ciclistas preparadas? ¿Por qué no escuchar antes a los ciclistas?
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