LA ENFERMEDAD SE HA CEBADO CON LA FAMILIA

Los Suárez, una familia marcada por la desgracia

Llegó a lo más alto, pero el paso del tiempo lo fue castigando. Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno en democracia, ha visto como la enfermedad se ha cebado con su familia y con él mismo. Su esposa y su hija Mariam fallecieron a causa de un cáncer; mientras que Sonsoles consiguió superar la misma enfermedad. El mal de Alzheimer borró sus recuerdos, los malos y los buenos.

ondacero.es

Madrid | 21.03.2014 12:44

En 1981, Adolfo Suárez anunció su dimisión como presidente del Gobierno. Un hecho al que sus más allegados sacaron el lado positivo: por fin recuperaría la tranquilidad perdida. Sin embargo, esta dimisión fue el inicio del duro camino que le quedaba por recorrer.

En las elecciones generales de 1982 su nuevo partido, el CDS, perdió la mayoría a favor del PSOE, y aunque cuatro años después mejoró sus resultados hasta situarse como tercera fuerza política; su respaldo popular fue decreciendo. En 1991, cansado y desencantado, Suárez dimitió.

Sólo un año más tarde, Suárez recibió la noticia de que su hija primogénita, Mariam, padecía cáncer. La familia hipotecó su residencia en Ávila para hacer frente a los gastos del tratamiento de Mariam, embarazada de su segundo hijo. Un año más tarde, a su esposa Amparo Illana, le diagnosticaron la misma enfermedad.

El expresidente se dedicó en cuerpo y alma a los cuidados de su mujer e hija. Sus apariciones públicas se redujeron a contadas excepciones en las que se podía ver a Suárez. El 17 de mayo de 2001, Amparo falleció, una pérdida que dejó destrozado al expresidente.

Mariam continúo luchando contra la enfermedad. Una experiencia que le llevó a publicar 'Diagnóstico: cáncer. Mi lucha por la vida', un libro donde narraba su dramática situación. Tras 11 años de lucha, el 7 de marzo de 2004 Mariam fallece a causa de la enfermedad. Era considerada el ojito derecho de Adolfo Suárez y su pérdida provocó que cayera en una profunda depresión.

El cáncer, una enfermedad maldita que se cebó con las mujeres de la familia Suárez, alcanzando también a Sonsoles. La ‘hija rebelde’ como muchos medios la bautizaron por su matrimonio con Pocholo Martínez Bordiú, tuvo que abandonar su trabajo en televisión para poder someterse al tratamiento en 2003. Consiguió superar la enfermedad que ya se había llevado a su madre y a su hermana.

Su tercera hija, Laura, conocida como ‘la hija bohemia’, decide no hacerse chequeos para no saber, como medida de defensa. En los últimos años se convierte en el mayor apoyo de su padre.

Mientras, el expresidente asumía su dolor en silencio y alejado totalmente de la luz pública. Su última aparición fue en las elecciones municipales de 2003 para apoyar la candidatura de su hijo Adolfo a la presidencia de Castilla-La Mancha.

Ese mismo año, comenzó a vivir la tragedia en su propia salud. La enfermedad del olvido, el Alzehimer, sumía en las sombras a un referente histórico que olvidaba que un día fue clave en la Transición española. Una enfermedad que le hizo olvidar las pérdidas sufridas en la familia y tratar al Rey Juan Carlos “como un amigo” en su último encuentro.