Michael Phelps ya es la leyenda más grande de la historia de los Juegos Olímpicos. El nadador de Baltimore se adjudicó su primer oro en Londres y se convirtió en el deportista con más medallas olímpicas (19) en la historia olímpica superando las 18 preseas de la gimnasta Larissa Latynina.
La gesta olímpica más grande jamas contada llegó de la mano de un nadador capaz de rehacerse tras una inesperada derrota en su prueba favorita (200 metros mariposa). Y es que Michael Phelps tuvo que nadar el relevo de 4x200 con un margen de descanso de tan sólo 30 minutos.
El equipo estadounidense dejó toda la responsabilidad al fenómeno de Baltimore, último relevo, y encargado de medirse a la gran revelación: el francés Angel. Pero esta vez EEUU voló sobre la piscina con tres relevos meteóricos, una ventaja que Phelps no dejó escapar y ante la que nada pudo hacer el espectacular nadador galo.
Francia firmó la medalla de plata tras una dura batalla ante China (bronce) y los americanos se tomaron la revancha del relevo de 4x100. De paso Phelps se convirtió en la mayor leyenda de los Juegos Olímpicos. Sus 19 medallas son un registro para la historia y una barrera que tardará en batirse.
Plata agridulce en 200 mariposa
El nadador estadounidense Michael Phelps igualaba, con la plata en 200 metros mariposa, el legendario récord de 18 medallas en los Juegos Olímpicos en posesión de la gimansta Larissa Latynina desde hace 48 años. Phelps sumó su segunda medalla de plata en Londres y, una vez más, fue una decepción para el nadador de Baltimore que partía como el claro favorito.
El sudafricano Le Clos sorprendió al estadounidense y se hizo con la medalla de oro tras unos espectaculares últimos 50 metros. Phelps lideró la prueba desde el principio, pero una mala llegada, en la que se dio una última brazada demasiado larga, le costó el oro. El bronce fue para el japonés Takeshi Matsuda.
Michael Phelps no perdía una final en esta modalidad desde el año 2001. El de Baltimore firmó una excelente salida y fue dominando una prueba en la que, desde hace años, él es el rey. Sin embargo, el estadounidense cometió un error en el momento de la llegada que Le Clos aprovechó para acabar colgándose el oro.