LA PELIGROSA INCONSCIENCIA
Las palabras son la más potente droga utilizada por la humanidad. La frase es Kipling, el novelista británico. Benicasim ha sido durante este fin de semana la meca de la música en Europa, con su vigésima edición del Festival Internacional de Benicàssim con cerca de 30.000 visitantes por día.
Las palabras son la más potente droga utilizada por la humanidad. La frase es Kipling, el novelista británico. Benicasim ha sido durante este fin de semana la meca de la música en Europa, con su vigésima edición del Festival Internacional de Benicàssim con cerca de 30.000 visitantes por día. El balance del evento es más que positivo para tiendas, farmacias, taxis, servicios y hoteles que aseguran han alcanzado una ocupación en toda la comarca de la Plana del 95%.
Esta concentración de jóvenes de toda Europa, especialmente público inglés, con gran organización para las multitudes, también genera cierto temor en los adultos ya que marea de tendencias lleva al consumo de las drogas permitidas, el alcohol y el tabaco, pero también a esos estupefacientes desregulados y de dudosa procedencia. Las cifras hablan de que desde 2012 en Europa se han registrado 81 nuevas sustancias psicotrópicas, estamos hablando de las drogas sintéticas, de fácil acceso y de presupuesto bajo, porque en realidad, son derivados de limpia llantas para coches, anestésicos de uso veterinario y cualquier otra barbaridad de ese calibre. La mejor prevención contra las drogas es el diálogo fluido con los hijos desde el primer día de su nacimiento y la concienciación de que cuando uno consume drogas de síntesis puede arriesgar de por vida su salud mental por un rato de dudosas sensaciones. Aunque también es cierto que la experiencia de los demás de poco sirve a uno mismo cuando tiene edad de experimentarlo todo.Lo cierto es que el FIB, ha conseguido reunir 120.000 espectadores en 4 días de conciertos en los que un año más ha imperado la ausencia de incidentes negativos, no peleas, ni broncas, ni nada parecido. Ese es el balance que debe dejar esta edición que estuvo a punto de tambalearse y que una vez más ha obligado a los bancos a hacer relleno extra de sus cajeros y que jamás podrá moverse a otro emplazamiento, porque su valor añadido es la playa, y playas como las de Benicasim son insustituibles.