London Eye

La mejor voz de la radio

Hoy el cielo de Londres se me ha roto en lágrimas. En mil pedazos brillantes como flashes de fotografía al cruzarse con un único rayo de luz imperturbable. Y un sonido atronador, de voz grave pero amable, retumbaba al paso de los aviones muchos metros por encima de mi cabeza.

ondacero.es

londrez | 21.10.2012 14:48

Ricardo Acosta Prieto | Galisteo

Hoy, desde Sevilla, muchos compañeros periodistas me daban una triste, mala y perra noticia envuelta en una manta de cariño acogedora, hospitalaria, sentida. Hoy ha fallecido Ricardo Acosta Prieto... dicho esto, tan contundente sentencia, ya se hace muy cuesta arriba seguir escribiendo. Compañero de OndaCero Sevilla, maestro de un servidor como de tantos otros compañeros, posiblemente la mejor voz de toda la cadena, seguramente uno de los mejores consejeros a los que he recurrido tantas veces y, sin atisbo alguno de duda, un gran amigo, una persona de una valía tan alta que cuantificarla sería injusto.

Muchos de mis compañeros recordarán perfectamente cuándo y cómo conocieron a Ricardo. A mi me es imposible. Toda la vida ha estado ahí. Era compañero de mi padre, le conozco desde que tengo uso de razón.

Mi primer trabajo remunerado en la radio, mi primer trabajo en Onda Cero fue, precisamente, para sustituirle durante una enfermedad. Es casi un decir porque Ricardo es insustituible. Un par de años antes yo me iniciaba en esto del periodismo, visitando a mis compañeros de Onda Cero Sevilla, los que tantas horas de radio y redacción habían compartido con mi padre. Ricardo, junto con Susana, Pepe, Chema o Carlos, me acogió como uno más. Me enseñó los rudimentos de la profesión, él que era "el abuelete" y sabía bien de lo rudimentario de la radio.

Acosta me adoptó como discípulo. Como lo ha hecho con muchos otros compañeros de profesión en su etapa de formación. Yo lo adopté como algo más que un maestro. Era algo así como un padre en la profesión. Invirtió muchas horas en mi formación a mi paso por Onda Cero Sevilla, así que le debo un peso importantísimo de cuanto voy consiguiendo en mi carrera profesional. Le debo el mérito de mis éxitos, y el recuerdo a sus consejos cuando fracase. No escatimó en ellos.

Desde siempre ha sido un fiel consejero al otro lado de la pantalla en la distancia. Le he consultado e informado de cada paso que he ido dando y nunca me han faltado sus opiniones, sus valoraciones... Pero sobre todo, su apoyo.

Apoyo incondicional y confianza más allá de la que seguramente me haya ganado. Así ha sido siempre. Qué hombre tan bueno.
Lo último que le escuché decirme con su voz fue "Velito, vete 'al nabo' que tengo que hacer un informativo" en la última visita que hice a Onda Cero Sevilla. Lo último que me dijo, por escrito, cuando empecé la andadura en Londres como corresponsal de Onda Cero hace unos días fue "estoy muy orgulloso". Ricardo, amigo, maestro, llevo esas tres palabras prendidas al pecho como la mejor medalla posible al mérito profesional. Tu orgullo me hace seguir adelante, y tu eres y serás siempre una de las personas por las que lo haga.

Porque yo tuve la suerte de trabajar contigo y, créanme, hay pocas cosas mejores en la radio que haber trabajado con Ricardo Acosta, y eso sólo lo sabemos unos pocos afortunados.
Fuiste, justo detrás de mi Madre, la segunda persona a la que le dije que me venía a Londres y, por lo general, era casi siempre el primer compañero de profesión al que le he ido contando mis movimientos. Salvando las distancias del dolor inconsolable (y lo conozco bien) que deben estar pasando Manu, Edu y Ricardito, te quiero como un hijo a su padre. Y hoy me he levantado en Londres llorando como no lo hacía desde que perdí al mío. Así de importante eres, fuiste, y serás.
Y aquí estoy, buscando un vuelo para ir de Londres a Sevilla a despedirte. Este avión, a diferencia de los que te gustaba fotografiar desde tierra (dos de tus pasiones, la fotografía y la aviación) lo verás desde más arriba.

Ricardo Acosta Prieto... Hasta siempre, maestro. Descansa en paz