'Jobseeking': buscando trabajo
En el post anterior, el primero, os hablaba de los españoles buscando trabajo a los que conocí nada más llegar a Londres. En este (y prometo no dar demasiada lata con esto) voy a profundizar algo más.
La excusa me la dan dos publicaciones recientes en estos días. Una en España, sobre la cantidad de ciudadanos que cada día dejan nuestro país para probar suerte en el extranjero; otra, en Reino Unido, la publicación de los últimos datos de empleo/desempleo.
En los nueve primeros meses del año, de enero a septiembre, 54.912 españoles han abandonado nuestro en busca de un trabajo en el extranjero, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una de cada ocho personas que ha abandonado el país era española, lo que representa un aumento de un 21,6% más que en el mismo período de 2012.
Lo cierto es que, en vista de la crisis, la falta de oportunidades está animando a muchos a buscar trabajo en el extranjero y, de paso, aprender o reforzar otro idioma. Algo de lo que también nos hablaron los oyentes de Onda Cero, aparentemente dispuestos a ello.
Londres y el 'boom olímpico'
El equivalente británico al INE español es la ONS (Office of National Statistics). También ha publicado datos esta semana, no de migración sino de empleo. En el último trimestre, el paro ha bajado en 50.000 personas, por lo que la tasa de desempleo global en UK ha descendido de un 8,1% al 7,9%. El 73,1% de la población activa, trabaja (es el mejor dato desde abril de 2009).
Buena culpa de ello la tiene el Olympic boost como dicen aquí. El impacto económico de los Juegos Olímpicos de Londres sobre el empleo de la capital, de forma directa o indirecta, ha sido enorme. 100.000 encontraron trabajo. Pero la fiebre olímpica pasó. Muchos de ellos -en torno al 60%- eran temporales o a media jornada (es la principal crítica de la oposición laborista a los datos de los que sacan pecho los conservadores liderados por Cameron), por lo que la plusmarca puede quedar fácilmente invalidada por "dopaje".
No toda la gente joven tiene suerte. Hay casos de largas búsquedas, y todavía hablamos de los británicos. Enseguida pasamos a los extranjeros. Según el líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, "el desempleo juvenil causará graves problemas a la economía británica a largo plazo". El ministro de trabajo, Mark Hobban, cree -en cambio- que "hay trabajo para el que quiera trabajar" y que su gobierno está impulsando medidas e incentivos para la contratación de aquellos desempleados que lleven más de seis meses buscando.
Curriculum, Internet, entrevistas, 'training' y el "ya te llamaremos"
En los ejes este-oeste de Oxford Street y norte-sur de Regent Street se concentra una nutrida oferta de negocios de moda, grandes almacenes, tiendas, restauración, cafeterías o comida rápida donde buscar trabajo.
Suelen ser la opciones principales a las que recurren los españoles que llegan aquí. Carolina, Noelia, Lara y Javier trabajan en un vegetariano de ensaladas en Regent St. Cristina tiene la semana que viene un 'training' (o prueba) en una cafetería, Ana reparte su currículum por varias tiendas de moda y Alex busca trabajo en alguna cocina.
Muchas ofertas de trabajo se publican en portales "buscalotodo" como Gumtree. También hay agencias a las que puedes recurrir o perfiles de twitter como "Tabajo Londres".
Por lo general, la mayoría de las solicitudes de trabajo se cumplimentan a través de formularios online o 'application form' en las propias páginas webs de las cadenas de restauración. En algunas, hay que descargarlo impreso, rellenarlo, y entregarlo en el establecimiento deseado. Algunas tiendas -pocas- de ropa te permiten entregar un curriculum en mano y te citan, una vez revisado, para una entrevista. Algunos grupos empresariales de grandes almacenes, como el recurrido Inditex, tienen una oficina central a la que el demandante de empleo pie acercarse a entregar la solicitud.
En todos los casos es necesario tener el National Insurance Number, que viene a ser algo así como el número de la seguridad social.
Pese al altísimo nivel de empleabilidad y a la cantidad de "movimiento" que hay, nadie tiene garantías de librarse de aquello del "ya te llamaremos".