Spin-Offs, adaptaciones y versiones cinematográficas son un recurso cada vez más habitual de las cadenas.

Ante la falta de ideas

Por mucho que me guste la televisión, y mucho que admire a las estrellas de la pequeña pantalla, los creadores o los directores, estoy casi segura de que, en la actualidad, no me gustaría trabajar en la industria televisiva estadounidense. Millones de ojos están pendientes de las novedades de la temporada, mientras miles de trabajos dependen de la publicidad y los gustos de los espectadores. Mucha presión y pocas posibilidades de triunfar en una industria poderosa en la que cada noche se libra una batalla. Ante semejante desafío las cadenas parecen dispuestas a apostar por ofrecer productos en los que la originalidad queda relegada, en beneficio de fórmulas que previamente han resultado exitosas, ya sea en forma de spin-offs, adaptaciones de producciones venidas de otros países o de largometrajes.

ondacero.es

Madrid | 09.10.2013 11:23

Rhys Meyers en el remake televisivo del Conde Drácula | NBC

En los últimos meses son varias las cadenas que han comentado la porsibilidad de que, en el futuro, podrían llevar a sus parrillas spin-offs o series “nacidas” a partir de otras series. ABC con Modern Family, AMC con Breaking Bad y The Walking Dead o CBS con NCIS son los últimos ejemplos del miedo que las cadenas sienten a la hora de plantear nuevos productos televisivos, en los que prevalece el éxito obtenido con la serie original por encima de las creaciones inéditas en las que el riesgo creativo es mayor. Especialmente significativos resultan los casos de Modern Family y NCIS, ya que mientras que la primera apostaría por darle una serie al personaje de Gil Thorpe, archienemigo de Phil Dunphy que apareció en dos episodios de la cuarta temporada, la segunda ya probó con la fórmula Spin-off con NCIS:Los Ángeles que aún se mantiene en antena. Recordemos que la CBS es la cadena madre de CSI, que tras el éxito de la original situada en Las Vegas, creó sus “franquicias” de Miami y Nueva York, con éxito desigual.

Otra de las apuestas fuertes de los canales norteamericanos son las adaptaciones de producciones que han triunfado en sus países de origen. En este caso las apuestas se multiplican y los creadores lo mismo se fijan en producciones llegadas del norte de Europa, que de Gran Bretaña o Francia. Si en verano FX estrenó The Bridge como adaptación de la sueco danesa Bron-Broen, hace un par de semanas la ABC hizo lo propio con Lucky 7 y Betrayal, la primera versión de la inglesa The Syndicate, la segunda de la holandesa Overspel. Y como muestra de que la adpatación no garantiza el éxito Lucky 7 fue suspendida hace unos días y parece bastante probable que suceda lo mismo con Betrayal. The Gates y Spy son otras dos producciones inglesas que muy pronto llegarán a las pantallas estadounidenses después de haber sido debidamente reescritas y para más adelante se espera la adaptación de la serie que muy pronto podremos ver en Antena 3, Broadchurch. Este caso todavía resulta más escandaloso, puesto que la serie original se ha emitido en Estados Unidos y FOX ya ha confirmado que en su versión contará con el protagonista principal del producto original, David Tennant, eso sí, con acento americano. Por su parte A&E se encargará de acercar al público norteamericano la adaptación de la exitosa producción francesa Les Revenants, bajo el título The Returned. Por cierto, ésta última y la sueco-danesa Bron-Broen han sido también adaptadas para la televisión británica, en una evidente demostración de que lo de las adaptaciones no es sólo cosa de las cadenas norteamericanas.

Por si la muestra de falta de innovación no es suficiente, alguna cabeza pensante creyó apropiado llevar las historias que ya hemos visto en el cine a la pequeña pantalla. Esta temporada ya se ha estrenado en Estados Unidos la libre adaptación del cuento de Washington Irving Sleepy Hollow, que poco o nada tiene que ver con la película protagonizada por Johnny Deep en 1999. Los guionistas han apostado en este caso por la traslación de la historia a la época actual, y han convertido la producción en un ejercicio de entretenimiento al que no se le puede pedir mucho más. Y los espectadores también han podido ver Marvel’s Agents of Shield que sin ser una adaptación propiamente dicha sí se aprovecha del éxito cinematográfico de Los Vengadores. El próximo 25 de octubre NBC rescatará, de la mano de Jonathan Rhys-Myers otro clásico de la literatura universal que ya ha sido llevado a la pantalla, Drácula. Si unimos estos estrenos a Bates Motel o Hannibal, que llegaron a la pequeña pantalla la temporada pasada, y los proyectos confirmados de About a Boy, Fargo o The Good Shepherd obtenemos una buena suma de creaciones que más que nacer en la imaginación creadora de algún guionista, son fruto del pánico al fracaso que experimentan, especialmente, los canales que dependen de sus ingresos publicitarios y no de los abonados. Siendo algo totalmente legítimo, ésta crisis de creatividad quizá a la larga termine pasando factura a la industria de la que los espectadores esperan creaciones interesantes y atractivas y no copias de lo que ya han visto antes, ya sea en otro idioma, otro contexto u otra pantalla.