Marios estudia Bellas Artes en la universidad de Grecia, este es su último año. A pesar de que la enseñanza es gratuita en el país heleno, el joven no llega a fin de mes. Viene de una familia de Volos, al norte del país. Sus gastos han subido 100 euros en los últimos 3 años; el piso, la luz, la calefacción y la comida ascienden a 400 euros, un dinero que tienen que pagar sus padres y dada la situación actual es imposible.
“Al principio te da vergüenza vienes, preguntas, te intentas esconder. Es la única opción que tengo para poder terminar mis estudios. Antes trabajaba a media jornada, ahora no encuentro ningún trabajo”, afirma Marios. Son una nueva generación de jóvenes luchadores, los primeros en las filas de las manifestaciones.
El caso de Marios no es el único, en el comedor social hay un grupo de compañeros que estudian en su mismo centro. “Venimos aquí y nos dan de comer ¿qué más podemos pedir?. No es un menú lujoso, no comemos langosta, pero con lo que ahorramos pagamos el piso y los gastos”. Entre su grupo de amigos hay un español. Juan ha venido de Erasmus y para él el comedor social se ha convertido en una salvación. “Con la ayuda que me dan solo puedo pagar el piso y los gastos. Según están las cosas en mi familia tengo que comer aquí. No quiero renunciar a una enseñanza internacional por no tener dinero. No es justo”.
Grecia tiene el desempleo más alto de la Eurozona, un 27% de la población no tiene trabajo y la situación empeora en el caso de los más jóvenes de entre 15 y 24 años, el 61,7 % está desempleado. Con estas cifras es difícil encontrar a jóvenes que estén trabajando y estudiando. Son los padres los que corren con los gastos, pero si tenemos en cuenta que 9 de cada 10 familias no pueden pagar las facturas, es difícil poder ayudar a los universitarios.
Universidad gratuita en Grecia
El sistema educativo en Grecia es gratuito. A pesar de que las universidades privadas están prohibidas, según la propia constitución de 1975, hay centros privados que están adscritos a universidades inglesas o americanas. El Estado griego no reconoce sus títulos por lo que no se puede acceder a un puesto en el sector público.
Los estudiantes helenos son conscientes de la ventaja de tener una universidad pública y gratuita. “Es nuestro derecho, está escrito en la constitución, pero ¿de qué me sirve estudiar si no voy a encontrar trabajo?”, reclama Marios. Muchos jóvenes se plantean su carrera universitaria en el extranjero, son los más afortunados, el resto seguirá luchando y resistiendo en la universidad de Atenas, el centro de las revoluciones griegas.