Es normal este comportamiento del mercado laboral durante el mes de mayo, pero no deja de llamar la atención que la nuestra provincia sufra un mayor repunte del empleo durante este mes, ya que es la provincia más azotada por el paro de toda la Comunitat Valenciana. Llama la atención que el paro afecte en nuestra provincia más a los hombres que a las mujeres y es comprensible que afecte más a los extranjeros que a los nacionales, dado el elevado porcentaje de población inmigrante que todavía vive en Castellón.
La realidad es cambiante y nuestro tejido económico también. Expertos en turismo, comentaban esta semana en una mesa organizada por la UJI, cómo han cambiado los hábitos del turista que llega a nuestra provincia, cómo quiere saber desde el primer minuto que pone el pie en su destino turístico, qué dinero se va a gastar; lo que hace que la mayoría de turistas busquen el menú cerrado y aquello de pedir a la carta se deja para rarísimas ocasiones. Otro fenómeno, que llama la atención es que las reservas se hacen a ultimísima hora. El pasado 1 de mayo Peñíscola llenó sus hoteles la víspera del festivo y en la franja horaria de la tarde, porque la mayoría de reservas se hicieron a través de dispositivos móviles y en el mismo trayecto en el que el turista se desplazaba al destino de sol y playa.
Esto nos da algunas claves de por donde van los derroteros de un sector al que se le está pidiendo constantemente que tire del carro para sacarnos de la crisis…pero al que le faltan clientes por todas partes. Los hoteles están vacíos, la restauración también, y las economías domésticas más desprovistas de ilusión que de fondos, porque en esto de las macro cifras lo que cuenta es que el dinero circule, que no se quede estancado, ver brotes verdes igual nos ayuda a recuperar la confianza perdida.