El diputado alavés de políticas sociales, Emilio Sola, cree que la pandemia ha supuesto una prueba de fuego a la capacidad de respuesta tanto de la administración como del mundo asociativo ante las necesidades sociales.
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Entrevistado en Más De Uno Álava, Sola ha reconocido que en todo este tiempo “lo hemos pasado muy mal”, sobre todo quienes han gestionado recursos como residencias de mayores, centros de día o pisos tutelados. “Han tenido que adaptarse a una situación muy cambiante, aplicar protocolos sanitarios que desconocíamos…”.
Ha sido una “prueba de resistencia” para el mundo asociativo que el diputado considera uno de los “pilares fundamentales” de la acción de la Diputación Foral de Álava. Existe una “colaboración histórica y pionera” con las entidades del Tercer Sector en el territorio, que siempre se ha caracterizado por ser un movimiento social y voluntario referente en servicios sociales. Una de las caras de esta colaboración son los 38 convenios que la institución tiene con otras tantas entidades, en unos casos para la gestión de recursos forales, en otros para la realización de actividades de interés general.
La Diputación Foral de Álava destinará este 2021 algo más de 25 millones de euros para mantener y reforzar los recursos que gestionan las entidades del Tercer Sector Social. Alrededor de 54.000 personas se ven beneficiadas por esta colaboración en los ámbitos de las personas mayores, con discapacidad, con enfermedad mental y menores de edad en situación de desprotección.
Entre estas entidades se encuentran Cruz Roja, Apdema, Aspace, Asafes, Gao Lacho Drom, Fundación Tutelar Beroa, Función Tutelar Usoa, Cáritas, Comisión Antisida, Beti Gizartean, Isabel Orbe-Down Araba, Hijas de la Caridad, Autismo Araba, Nuevo Futuro, ADAP, Hogar Alavés, Fundación Eraiki, Erantsi y Asasam.