El espacio elegido para albergar el nuevo Bosque Pintado de Oma ronda las 13 hectáreas, esto es tres veces mas que el bosque original, lo cual va a permitir una mejor gestión del espacio. El objetivo es dar continuidad al conjunto pictórico, afectado por el hongo de los pinos, la conocida como banda marrón. La apertura, en verano de 2022 se realizará con los conjuntos más conocidos ya pintados, mientras se continúa la reproducción del resto. Será en verano de 2023 cuando se abrirá con toda la instalación artística ya finalizada.
Un equipo de la facultad de Bellas Artes se ocupará de dar vida al nuevo bosque a partir de la próxima primavera y el hijo del artista coordinará el proyecto, velando porque se respete el alma de la obra de Agustín Ibarrola. Pese a reconocer que ha habido abandono institucional con un bosque, propiedad de la Diputación, que apenas ha tenido mantenimiento, la familia habla de nuevo tiempo y de gratitud por el esfuerzo de la Diputación de dar vida a esta réplica, en la que se va a invertir un millón de euros. Considerado un tesoro cultural, puede alcanzar los 100.000 visitantes anuales.