País vasco | 06.06.2023 12:59
La incapacidad de hacer frente al gasto en vivienda y alimentación básica son los principales problemas que ha detectado la entidad religiosa entre las más de 34.000 familias atendidas el pasado año en los tres territorios. En muchos casos las personas demandantes de ayuda reconocen que han tenido que reducir el consumo de ciertos productos y cambiar de piso en alquiler, pasando a compartir habitaciones. En definitiva, las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social se han hecho más complejas.
Mujer con menores a su cargo y jóvenes migrantes, en muchos casos en situación irregular son los principales "rostros" acompañados. Además, siguen acudiendo a Cáritas personas que, a pesar de contar con un trabajo, no pueden afrontar los gastos mensuales. Una cifra a destacar es la de las personas voluntarias que colaboran con la entidad en diferentes proyectos sociales, más de 3.500 en toda Euskadi, la mayoría mujeres. Cáritas reclama un cambio en la Ley de Extranjería para que chavales que quieren trabajar y a los que se ofrece formación tengan oportunidad de quedarse y labrarse un futuro.