Los datos hablan por sí solos: según el INE el 18,9% de las personas con problemas de salud mental tiene empleo, la cifra más baja entre las discapacidades. Les cierran las puertas, lo que constituye un enorme obstáculo en su integración social. Desde SALUD MENTAL EUSKADI insisten. "Un proceso de recuperación culmina cuando la apersona desempeña un rol social, siendo uno de los roles más satisfactorios la actividad profesional".
Hoy, en el día Mundial de la Salud Mental, el lema escogido ha sido "Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental". El objetivo de este lema centra el foco en "visibilizar y reclamar el trabajo digno" como un factor intrínsecamente vinculado a la salud mental "que posibilita y promueve la recuperación" de estas personas.
Ellos son María Isabel García y Mikel Merino son miembros del Comité en primera persona de Salud Mental Euskadi. Ambos trabajan y afirman que con un trabajo "conseguimos la autonomía, descubrimos nuestro potencial y logramos ser útiles".
Desde la pandemia, los problemas de salud mental han ido en aumento. Es más, el Ministerio de la Seguridad social publicó que las bajas derivadas de trastornos mentales son cada vez más frecuentes. En Euskadi, han incrementado en un 51% en el último lustro.
Afecta a todos, aunque hay colectivos más vulnerables que otros. Los jóvenes y las personas mayores son quienes más lo padecen. Por ello, desde el Gobierno Vasco se comprometen en reducir el impacto en estas poblaciones. Así expresa el consejero de salud Alberto Martínez:
Salud Mental Euskadi agrupa a más de 3.000 familias y representa a más de 12.000 personas en toda la Comunidad Autónoma del País Vasco. Las asociaciones que la componen son AGIFES (Gipuzkoa), ASAFES (Álava), ASASAM (Valle de Ayala) y AVIFES (Bizkaia).