CASO BADIOLA

El juez condena a Iñaki Badiola a diez años de prisión, pero no irá a la cárcel

El juez argumenta, gracias a una foto sacada por el propio Badiola, que el expresidente de la Real es "sin ningún género de dudas" el autor de los tuits que acusaba a diferentes personalidades de formar parte de una trama de corrupción y pornografía infantil

Andoni Amadoz

Gipuzkoa | 24.04.2023 15:17

El juez condena a Iñaki Badiola a diez años de prisión, pero no irá a la cárcel | EFE

El que fuera presidente de la Real Sociedad, Iñaki Badiola, ha sido condenado a una suma de diez años y ocho meses de prisión por injurias y calumnias. Así lo ha decidido el Juzgado de lo Penal Número 3 de San Sebastián, que, además, le ha impuesto una multa de 180.000 euros y una indemnización de 195.000 euros a las víctimas de sus comentarios y tuits, entre ellos el diputado general Markel Olano. Sin embargo, no irá a la cárcel, porque ni una sola de las condenas supera los dos años de prisión. La sentencia es, por otra parte, contundente con Badiola, ya que el juez Santiago Romero considera, "sin ningún género de dudas", que la persona que estaba detrás de la cuenta Gipuzkoa Confidencial y que profirió todo tipo de comentarios falsos acerca de una supuesta trama de corrupción y pornografía infantil que involucraba a diferentes personalidades de la sociedad guipuzcoana, era el empresario y expresidente de la Real Sociedad.

La fotografía delatora

Precisamente, el motivo principal por el que el juez Romero concluye que Badiola fue el artífice de la cuenta Gipuzkoa Confidencial, es una fotografía que el autor colgó en el mismo perfil de Twitter. Se trata de una fotografía de una funcionaria del servicio de Hacienda foral, sacada durante una de las visitas que el empresario realizó a las dependencias de la institución, cuando este tenía expedientes fiscales abiertos en su contra. La fotografía fue sacada sin el consentimiento de la responsable de Hacienda que también participó en el juicio, y ha sido, según se puede leer en la sentencia, "el único fallo" en el intento de mantener el anonimato de la cuenta de Twitter.