Su objetivo es impulsar el fomento del mecenazgo para la investigación básica. El diputado general, Markel Olano, ha explicado que lo que se pretende es "involucrar a la ciudadanía en la investigación científica. Así como la costumbre de hacer aportaciones a ONGs está muy extendida en nuestro territorio, con esta medida se quiere promover una cultura similar de hacer aportaciones económicas a la ciencia.
El mecenazgo podrá realizarse mediante las siguientes modalidades: donativos, donaciones, aportaciones y legados, o a través de convenios de colaboración empresarial. El beneficio fiscal conllevará una deducción en la cuota del 35% en el IPRF. Por ejemplo, un ciudadano que apoya con 1.000 euros un grupo de investigación, obtendrá una deducción de 350 euros. En caso de las personas jurídicas, las cantidades invertidas en este tipo de mecenazgo tendrán la consideración de gastos deducibles a la hora de determinar la base imponible del Impuesto sobre Sociedades y, además, tendrán una deducción de la cuota líquida del impuesto del 20%. Por ejemplo, una empresa que apoya con 1.000 euros un grupo de investigación, tendrá un gasto deducible por esos 1.000 euros (que supone 240 euros de cuota) y una deducción de 200 euros. Es decir, en total supondrán 440 euros de beneficio fiscal.
Ciencia básica
Las aportaciones económicas podrán realizarse a centros de investigación básica, los Centros de Investigación y de Excelencia (programa BERC) acreditados como Agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación de Gipuzkoa, así como los grupos de investigación de las universidades radicados en Gipuzkoa. El diputado de Hacienda y Finanzas, Jokin Perona, ha explicado que "la investigación básica es aquella que todavía no ha sido investigada, es decir, es una investigación de frontera y no se busca su aplicación en la actividad productiva. En el territorio hay cuatro centros, el DIPC, Polymat, el Material Physics Center y el BCBL. A estos hay que sumar los grupos de investigación de las universidades de Gipuzkoa".