Para ellos el cuidado es mucho más que el cuidado de las personas. Por ello apuestan por un sistema que preserve la tierra, las semillas, el agua o el ganado. Mantienen que el cuidado también viene de la alimentación y no pueden permitir un sistema de cuidados sin que haya un modelo cuyo centro sea una alimentación saludable. El sindicato agrario afirma que es real que de este modo se pueda alimentar a toda la población, dicen que con una bolsa de estos productos - yogures, pan, lechugas, fruta - es posible comer durante 3 o 4 días.
Desde EHNE aseguran que no es posible comparar cuánto valdría esta bolsa en una gran superficie. Sostienen que estas no tienen en cuenta el cuidado de la tierra, de los animales o de las personas. Dicen que “no tiene nada que ver” y aseguran que es posible romper el mito de que una dieta con productos locales no es accesible para todos los bolsillos.
Esta iniciativa persigue dos ideas básicas, que la alimentación sana este integrada dentro del sistema de cuidados y que el cuidado no ha de estar únicamente dirigido a las personas, sino que también es necesario que se extienda al medioambiente.
Denuncian que el sistema de comercio basado en la especulación no permite el acceso a una alimentación sana. Defienden que consumir alimentos locales, comprando directamente a los baserritarras o en los comercios del pueblo, es apostar por el derecho colectivo al cuidado y una forma de hacer país.