Su gran énfasis ha sido “la gran desidia” de las administraciones con el empleo de hogar. Aseguran que el sistema vasco de salud no reconoce en casi ningún caso los accidentes laborales en el hogar. Lorea Ureta, miembro de la Asociación de Trabajadoras del Hogar asegura que los médicos de atención primaria, al dar la baja médica alegan que ellos no pueden dar bajas por contingencias profesionales, indicando a las afectadas el camino del procedimiento de “determinación de contingencia” ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Destacan además la situación de aquellas trabajadoras sin papeles, porque sostienen que son las que cuentan con unas condiciones de trabajo más desfavorables. Del total de las trabajadoras más de la mitad (53%) son extranjeras no comunitarias, frente a un 11% que representa a las mujeres autóctonas. El resto lo representan las mujeres con doble nacionalidad (32,84%) o las extranjeras comunitarias (2,58%). Exigen por tanto la regularización para este colectivo sin papeles que es el que cuenta con las condiciones más desfavorables.
Denuncias, aspectos que mejorar, pero también destacan avances positivos como el hecho de que continúe ascendiendo el número de trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social o que, aunque en más de un 20% de los casos no se alcanzara el SMI, la situación es mejor que en 2022.