La campaña vasca de vacunación provoca desconcierto entre los profesionales, pero no sólo por la escasez de dosis. Sindicatos y organizaciones profesionales coinciden al describir el proceso como «caótico» y «desastroso», debido tanto a la descoordinación existente por parte de Osakidetza como a la falta de criterios claros sobre cuestiones diversas, que van desde la priorización de los colectivos a inmunizar hasta el uso que debe darse a las vacunas sobrantes al final de una jornada. Como consecuencia del desorden reinante hay organizaciones, como Tolosaldea, donde se ha protegido ya al 90% de los sanitarios, frente a otras, como el hospital de Gorliz -considerado de segunda línea de priorización- donde apenas se ha llegado al 3,8%.
Hoy en Más de uno Gipuzkoa: