Isa Eguiguren a bordo del AitaMari: “Del rescate de madrugada recuerdo el silencio y la oscuridad cuando me asomé al mar”
La periodista navarra enrolada como voluntaria en el barco humanitario relata cómo fue el rescate de 34 personas en el mediterráneo. Todas ellas se encuentran bien y tienen previsto desembarcar en el puerto italiano de Ravenna.
Isa relata que el rescate se complicó al realizarse cuando aún era de noche y aparecer en escena tres embarcaciones con algunos tripulantes encapuchados y armados que provocaron la confusión aunque finalmente permitieron a Aita Mari proceder al rescate. La periodista recuerda que cuando a las tres de la mañana sonaron las alarmas le temblaron las piernas, y se le quedaron grabados el silencio y la oscuridad que sintió al asomarse al mar.
En la madrugada de este domingo, el barco de rescate humanitario, Aita Mari, comenzaba la operación de rescate de una embarcación en situación de riesgo. Al acercarse, la tripulación observó cómo aparecían 3 embarcaciones libias con algunas personas enmascaradas y armadas y otras con el rostro visible, lo que provocó momentos de tensión y que una persona se lanzara al agua.
La voluntaria navarra explica que una vez estabilizada la situación y recuperada en el bote de personas refugiadas la que saltó al agua, el capitán de Aita Mari ordenó seguir con la evacuación. Así, una de las embarcaciones se marchó y las otras dos se quedaron observando en la zona.
Al finalizar el rescate, hombres de uno de los dos barcos libios, en medio de la oscuridad y sin luces, saltaron por sorpresa a la embarcación (ya vacía) en la que viajaban las personas en busca de refugio, arrancaron el motor y se la llevaron. Una práctica que han comenzado a realizar las mafias para recuperar embarcaciones en los últimos tiempos.
En total han sido rescatadas 34 personas que huían de Libia y cuya procedencia oscila entre Egipto, Nigeria, Bangladesh y, sobre todo, Siria. Además, hay 2 mujeres, una de ellas embarazada de 7 meses que viaja con su hermano de 14 años y otros dos menores. Todas ellas se encuentran bien.
Isa Eguiguren denuncia que siguiendo la política de alejar los barcos de rescate de una de las rutas marítimas más mortíferas del mundo, el gobierno italiano ha asignado el puerto de Ravenna como puerto de desembarco, el Aita Mari tiene estimada su llegada el viernes, día 19 a la noche.
Desde la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, recuerdan que los guardacostas libios, financiados por Europa, deberían facilitar y no, en cambio, poner en riesgo las operaciones de rescate que, por otro lado, son de obligado cumplimiento para los países ribereños.
Además, exigen a los gobiernos europeos que habiliten vías legales y seguras para quienes buscan asilo en Europa o se ven obligados a salir de sus países, para que no tengan que poner en riesgos sus vidas en el mar o en otras rutas en las que se vulneran los derechos humanos más básicos.