Getafe 1 - 1 Osasuna

No está mal

Osasuna empata de nuevo fuera de casa y suma cuatro partidos sin perder.

Javier Saralegui

Pamplona / Iruña |

Ante Budimir y Juan Cruz | @osasuna

Como Vicente Moreno no quiere desvelar nada que pueda dar lugar a que alguien sepa remotamente qué está pensando para ganar al rival, no hay manera de antemano de saber cómo va a jugar Osasuna un partido. Así que, más allá de los conceptos generales de lucha, garra, ser valientes y tal y tal, hay que esperar a que se abra el melón para comprobar cuál es el plan de partido.

Eso solo es para la teoría, es decir, para analizar qué ha pensado el cuerpo técnico que es lo mejor para marcar goles a, en este caso, el Getafe. Luego están cómo se plasma eso en la práctica en el césped y las circunstancias sobrevenidas del encuentro.

Así las cosas, frente a un rival que atasca el juego, que defiende bien y se junta mucho, que disfruta exagerando faltas para que el rival se cargue de tarjetas y que es eficaz haciendo lo que sabe hacer bien, no era el plan ideal que en el Coliseum el Getafe se adelantara en el marcador en una jugada que nace de un saque de banda mal defendido.

Dolió el gol y pareció que otra vez más Osasuna se venía abajo demasiado pronto. Pero no. En la segunda parte el equipo buscó no solo el empate sino claramente la victoria tras el 1-1, y eso es de alabar. Juntó y mantuvo dos delanteros Vicente Moreno simultáneamente en el campo, y además se acertó en la manera de proporcionarles balones. No se renunció al esquema con los cambios y solo en la prolongación del partido Osasuna dio por bueno el empate y decidió bajar la intensidad para no verse sorprendido en una contra y perder el punto.

Fue el de ayer el primer día en que Boyomo dio muestras de inseguridad y el enésimo en que Budimir dio puntos. Bryan vio a la perfección la señal de dónde pedía el balón el croata y Budimir se fabricó un remate difícil ayudándose de la posición de su cuerpo para hacer un escorzo y buscar el segundo palo. Abel Bretones sigue progresando adecuadamente y aporta además las mejores virtudes de la Segunda División: nada de tonterías cuando hay que despejar un balón, se manda al tercer anfiteatro y a otra cosa. Pablo Ibáñez como es él, mirando siempre hacia adelante con y sin balón, y Herrera parando cuando las cosas se ponen complicadas. Todo en orden. 15 puntos y el aficionado a perder comba de cómo va la liga en el nuevo parón. Ya reengancharemos.