Ana Requena: "El "intensa" está sirviendo para señalar ciertos límites, a veces para invalidar o para que nosotras mismas nos cuestionemos"
La periodista y escritora Ana Requena reflexiona sobre el malestar que provoca la asertividad de las mujeres en su último libro, "Intensas".
Pamplona/Iruña |
Charlamos en Más de uno Pamplona con la periodista y escritora Ana Requena, que esta tarde presenta en la librería Elkar en la calle Comedias de Pamplona su último libro, "Intensas", una reflexión sobre el malestar que provoca la asertividad de las mujeres. Después de "Feminismo vibrante"en el que analizaba cómo el patriarcado utiliza la sexualidad como arma de control, ahora la periodista ahonda en el derecho de las mujeres a expresar sus emociones sin temor y a pedir lo que consideran justo en cualquier ámbito, con la pareja, con la familia, los amigos o en el trabajo.
En un libro repleto de referencias bibliográficas y ejemplos de la cultura pop, Ana Requena reflexiona cómo a pesar de no ser una palabra negativa, «intensa» se ha convertido en el nuevo «histérica» bajo el que se intentan aplacar los deseos de las mujeres y devolverlas a su rol amoroso y sumiso, sin enfados ni exigencias, hasta hacerlas creer que es mejor no pedir, ni sentir, ni querer tanto.
Dice Requena que algo (malo) pasa cuando a las mujeres nos llaman intensas o cuando nos sentimos como tales. Especialmente cuando nos lo dicen hombres, especialmente cuando tantas mujeres relatan malestar al ser interpeladas con esa palabra. Es un malestar difuso, pero al mismo tiempo muy asociado a acciones como pedir, señalar, enfadarse, quejarse, mostrar emociones, sentir, poner límites. Parece pertinente preguntarse si detrás de esa palabra algo escurridiza –no tiene a priori ninguna connotación negativa– se ha construido un relato que sirve para hacernos sentir mal, para cuestionarnos. El «intensa» nos muestra amablemente dónde están los límites y qué sucede si los cruzas.
Según cuenta la autora, ser intensa tiene más que ver con el otro que con una misma. Tiene que ver con expresar las emociones propias, en decir lo que una piensa, quiere y siente, pero sobre todo, en cómo lo recibe el otro, en general un hombre, que se siente molesto ante un alarde de sinceridad y prefiere a una mujer menos demandante y expresiva. Las principales situaciones en las que una mujer es acusada de «intensa» o ella misma se siente «intensa» se dan, a su juicio, en la intimidad, en el trabajo, incluso con la familia y los amigos, pero sobre todo, en las relaciones con los hombres y en el contexto profesional