La dirección federal del PSOE ha optado por actuar con contundencia en la crisis que consume a los socialistas de la ciudad de Ourense desde hace meses y este mismo jueves comunicó su decisión de suspender de militancia a los cinco concejales que se rebelaron contra el alcalde, Agustín Fernández, por incumplir de forma reiterada sus obligaciones al no acudir a las reuniones del grupo municipal y a las juntas del gobierno local a las que fueron convocados.
La decisión se toma después de que José Ramón Gómez Besteiro, el líder de los socialistas gallegos, diera por cerrado el pasado martes el plazo que se dio el PSdeG para mediar en la crisis y intentar un arreglo amistoso entre las dos facciones enfrentadas: de un lado, los concejales leales al alcalde de Ourense, y del otro, los cinco ediles díscolos que comparten su afinidad con el exsecretario general del partido, Pachi Vázquez.
Ferraz, que a través del secretario de organización federal, Óscar López, ya anunció la semana pasada que en este asunto respaldaría la solución propuesta desde el PSdeG, aplicó la máxima penalización prevista en los estatutos del partido, que consiste en la suspensión cautelar de militancia de los concejales rebeldes en tanto no resuelve de manera definitiva el expediente disciplinario.
A partir de ahora queda por delante la instrucción de un proceso que puede prolongarse todavía varias semanas, pues tanto los ediles expedientados como la dirección del PSdeG tiene la posibilidad de presentar recursos antes la comisión federal de ética y garantías del PSOE para resolver el caso en firme. La decisión última, en todo caso, le compete al comité federal del partido, en base a la propuesta que le remita la ejecutiva federal de Alfredo Pérez Rubalcaba, en la que también ocupa un asiento el propio Pachi Vázquez, una presencia que podría aprovechar para interceder en favor de los concejales enfrentados al alcalde de Ourense y a la dirección gallega.