El Entroido, en su esplendor
Peliqueiros, cigarróns y boteiros impusieron su orden a golpe de fusta. Laza vive la "estrea do peliqueiro"
El carnaval ourensano estalló ayer con toda su fuerza, en las capitales del conocido como circuito mágico del entroido, y sus señores gobernaron a golpe de fustas y bastones, a miles de vecinos y visitantes que coparon plazas hoteleras en Verín, Monterrei, Xinzo e incluso y en la ciudad.
Los peliqueiros fustigaron a media mañana a la salida de misa a los vecinos que celebraron las honras religiosas, donde se repartieron bica y carreras de exhibición por la Plaza da Picota. Por allí pasó también a media tarde el desfile de carrozas más "enxebre" y en el que en lugar de purpurinas lo que manda es lo superlativo, desde los pellejos de animal a las vísceras como signo distintivo del entroido más ancestral y provocador.
Los boteiros de Vilariño de Conso una de los personajes también tradicionales del entroido, exhibieron sus bailes y coloristas aderezos de lazos y coronas y en Verín la lluvia cesó por unas horas para permitir el bautizo do cigarrón y el desfile de comparsas que había sido necesario suspender el sábado por la climatología.
También corrieron, y a lo loco en Xinzo de Limia otra de las capitales del triángulo mágico, las pantallas azotando en su marcha con las típicas vejigas a los viandantes. Aunque en Xinzo y Verín los personajes oficiales del entroido local, no han conseguido destronar el ambiente de calle protagonizado por un entroido que va por libre, recreando críticas a la corrupción, o la sociedad de la que no se libraron ni las altas jerarquías. Una de las más originales la diputada limiana Laura Seara y su esposo vestidos ambos de pareja ultra católica con mantilla española, y su hijo de pontífice en un originalísimo Papamóvil. Eso es el Entroido. También en las capitales del rural mandó la burla a lo cotidiano y la imaginación, unidos a la tradición de los personajes más ancestrales.