El hecho de que estemos a punto de iniciarse la liga, y a quince días de que se cierre el mercado. hace que un amplio sector de la afición esté preocupado porque diga Idiaquez que “faltan, como mínimo, cuatro o cinco fichajes”.

A esos deportivistas no se les puede negar que lo ideal hubiese sido que el entrenador hubiese podido disponer en la pretemporada de la mayor parte de las incorporaciones. Es, quizás, el primer objetivo de esa época: poder ir perfilando el once de la competición que se avecina.

Creo que, a pesar de ello, se debe confiar en los que están llamados a tomar esas decisiones. Todo indica que se trata de una estrategia meditada. Seguro que Soriano cuenta con una información privilegiada, que a los demás se nos escapa.

Es indudable que los últimos días aparece la oportunidad de hacer fichajes imposibles al inicio del mercado. Aguardar hasta el límite del tiempo puede ser una buena idea, pero siempre arriesgada.

Si el director deportivo, y el consejo, tienen ese peligro bajo control, el final del mercado puede ser espectacular. Lo que preveíamos con la valiente e ilusionante decisión de Juan Carlos Escotet de erigirse como presidente del club.

La tranquilidad que transmite el mister en sus declaraciones hace que nos relajemos, porque da a entender que todo está bajo control. Lo contrario sería una temeridad, porque no solo es preciso fichar a “cuatro o cinco jugadores”, sino que, para afrontar con éxito el objetivo del ascenso, se debe de tratar de futbolistas que marquen la diferencia.

La actual es una plantilla para pasearse por la Primera RFEF, pero que precisa de aportaciones de mucha calidad, en casi todas las líneas, para intentar el ascenso con serias posibilidades.

Y si son difíciles las entradas, otro tanto ocurre con las salidas. Parece difícil evitar tener una plantilla demasiado amplia. A los 25 del Depor se les unirán algunos canteranos que, como el más que prometedor Rubén, están en dinámica del primer equipo, pero con dorsal del Fabril.

A Soriano, entre entradas y salidas, le esperan -y yo de eso tengo experiencia- quince días de locos. A la tensión que supone dejar para el final la llegada de esos futbolistas determinantes en los objetivos del club, se une dar salida a ese numeroso grupo que tendrá que ceder, despedir o, si ellos aceptan, concederles la libertad.

El supuesto más ‘fácil’, pero también el más duro, es el del despido. Pagas y punto. Mucho más complejo es convencer de su salida, como cedido, al que tiene contrato en vigor. Fuera del Depor hace mucho frío. Eso lo piensan los veteranos, pero también los canteranos, a menudo mal aconsejados por sus representantes o familiares.

Poco descanso le auguramos a Soriano. A las 24,00 horas del próximo día 30, el ‘crupier’ de la ruleta del fútbol español dará por finalizado el periodo de “hagan juego” y cantará aquello de “no va más”. Todo, pues, se juega en quince días.

Ahora, cumplido el primer mes de la llegada del Presidente Escotet, todos estamos pendientes de su primera rueda de prensa abierta a todos los medios. Son muchos, y muy importantes, los temas, que merecen una valoración presidencial, incluso antes de que se cumplan los tradicionales cien días tras su nombramiento.

Los objetivos deportivos inmediatos del club, la relación con el Concello, los efectos en la ubicación de los socios con ocasión de las obras y cambios que se anuncian por el Mundial, la entrada en CVC, el proyecto millonario en “El Mundo del Fútbol”, y muchas preguntas más, esperan respuestas.

Mi despedida emocionada para toda la afición deportivista. Nada, ni nadie, la detiene. No importa ni la categoría en la que militemos, ni la práctica eliminación de los derechos de las acciones de la SAD, ni la lejanía de los desplazamientos, ni desconocer la plantilla definitiva …

Los socios siguen creciendo hacia los 30.000. Es el sentimiento inquebrantable de los bisabuelos, abuelos, padres, hijos, nietos y biznietos de aquellos heroicos 5.000 abonados blanquiazules de 1988. ¡Que siga la fiesta!

Augusto César Lendoiro

Expresidente R.C.Deportivo.