Según un estudio de Ecologistas en Acción, los extremeños respiraron aire contaminado por ozono en un "verano tórrido"
Así se concluye tras el análisis de los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 10 situadas en Extremadura.
Toda la población extremeña ha respirado aire contaminado por ozono en un "verano tórrido", según se desprende del informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción presentado este miércoles y que analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 10 situadas en Extremadura.
La organización ecologista ha explicado que "los niveles de ozono han repuntado en Extremadura como consecuencia de la primavera y el tercer verano más cálidos desde 1961, con varios episodios cálidos entre abril y septiembre y cuatro intensas olas de calor en julio y agosto", afectando "a toda la población extremeña", según se detalla en una nota de prensa.
La única zona donde en el trienio 2021-2023 se ha incumplido el objetivo legal para la protección de la salud en al menos una estación (Extremadura Rural) suma 614.000 habitantes, el 58 % de la población. Y las dos zonas donde se habría superado el nuevo objetivo legal propuesto para 2030 por la Comisión Europea (la citada y la ciudad de Cáceres) suman 709.000 habitantes, el 67 % de la población., constata el informe de Ecologistas en Acción.
La frecuencia de las superaciones del estándar de la OMS ha aumentado el 1 por ciento en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Extremadura, si bien se han reducido las superaciones del estándar legal en un 25 por ciento.
El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el aumento de la radiación solar, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la Aemet en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros "inconvenientes" ambientales entre los que en 2023 hay que destacar en España la intensa sequía primaveral, estival e incluso otoñal.
Según esta organización, la contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año en torno a 2.500 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias. Durante el verano de 2023, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Extremadura 75 muertes por las elevadas temperaturas.
En este sentido, Ecologistas en Acción considera "inaceptable" que un año más la Junta de Extremadura y el Gobierno de España sigan careciendo de planes eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que reduzcan los elevados niveles de ozono. El plan aprobado por la Junta en 2018 "no contiene el diagnóstico, el presupuesto ni las medidas adecuadas para solucionar el problema, y tampoco se está ejecutando".