ABUSOS

La diócesis de Coria-Cáceres defiende al nuevo cura de Almoharín condenado en 2004 por corrupción de menores

Consideran desde la diócesis que es "apto" para ejercer el ministerio sacerdotal, aunque entienden la inquietud de la comunidad cristiana por lo que han tomado medidas.

Redacción

Extremadura | 12.09.2022 05:01

La diócesis de Coria-Cáceres defiende al nuevo cura de Almoharín condenado en 2004 por corrupción de menores | Almoharín

La diócesis de Coria-Cáceres ha salido en defensa del nombramiento del nuevo párroco de Almoharín, I.L.O., quien fuera condenado en 2004 por corrupción de menores y distribución de pornografía infantil, al considerar que es "apto" para ejercer el ministerio sacerdotal.

A través de un comunicado, la diócesis asegura que el sacerdote ha venido demostrando esta aptitud después de un proceso de rehabilitación y acompañamiento "tal y como ha demostrado en su paulatina reinserción de los últimos años".

La Iglesia de Coria-Cáceres responde así a una información publicada por El País, que ha suscitado polémica en la localidad. En aras a la transparencia, señala la diócesis, ha emitido un comunicado en el que reconoce que hace más de 20 años el párroco "cometió un delito consistente en intercambio de material fotográfico de contenido sexual de menores por internet". Aseguran desde la diócesis que nunca se ha ocultado esta información y que dado el carácter informático del delito, no hubo contacto ni comunicación con los menores", subraya. Un delito por el cual fue juzgado y sancionado "con arreglo a la legislación civil", en concreto a 16 meses de prisión, de modo que "cumplió las condenas y las penas impuestas", si bien en la actualidad "dispone de certificado negativo de delitos sexuales", emitido por el Ministerio de Justicia. En el mismo, se recoge que en el Registro Central de Delincuentes Sexuales "no consta información penal relativa" a I.L.O.

Por tanto, la diócesis considera al sacerdote "apto para ejercer el ministerio sacerdotal", aunque reconoce que esta situación "puede causar inquietud y perplejidad" en la comunidad cristiana, motivo por los que se han tomado una serie de medidas.

En concreto, que "todas las parroquias sean un espacio seguro" para los menores, de modo que en aquellas encomendadas al párroco en cuestión las responsables de la labor catequética sean seglares.