INCENDIOS

Comienza la época de peligro bajo de incendio tras el verano más caluroso desde que se tienen registros

Ayer comenzaba la época de peligro bajo de incendios en Extremadura, tras un verano en donde los incendios azotaron de forma intensa a las comarcas de Sierra de Gata y las Hurdes.

Redacción

Extremadura | 17.10.2022 04:42

Un avión de extinción apagando un incendio | EFE

Ayer comenzaba la época de peligro bajo de incendios en Extremadura, dejando atrás una época de peligro alto que durante este verano, el más caluroso desde que se cuenta con registros, azotó de forma intensa a las comarcas de Sierra de Gata y las Hurdes. Fueron tres grandes incendios. El 11 de julio se declaró un incendio en el termino municipal de Ladrillar, en las Hurdes que afectó a más de 3.200 hectáreas. El 14 de julio e iniciándose en Casas de Miravete se declaró un incendio que alcanzó a más de 2.700 hectáreas, casi 400 de ellas en el interior del Parque Nacional de Monfragüe. Por su parte el 10 de agosto un incendio en Torre de Don Miguel en Sierra de Gata, quemó algo más de 1000 hectáreas. En todos los incendios hubo que desalojar diversas localidades y alquerías como medida preventiva.

En la nueva época de peligro bajo, se regulan los usos y actividades que puedan dan lugar a riesgo de incendios, además de regularse el procedimiento para el otorgamiento de autorización excepcional de quema de residuos vegetales.

Asimismo, la solicitud de las autorizaciones para usos y actividades que requieran autorización, se podrá realizar vía telemática.

Mientras, el Plan Infoex intervenía en 39 incidencias que han tenido lugar en la comunidad autónoma de Extremadura durante la última semana de peligro alto de incendios forestales, y de las cuales 18 se han producido en superficie forestal.

De estas 18 incidencias, en la provincia de Badajoz se han registrado seis incendios forestales y siete conatos, afectando a una superficie estimada de 33 hectáreas. Por otro lado, en la provincia de Cáceres se han registrado dos incendios forestales y tres conatos, afectando a una superficie estimada de cinco hectáreas. En ambas provincias, la vegetación quemada corresponde a matorral y pastizal.