VIOLENCIA MACHISTA

Colectivos feministas se concentraban en rechazo al acuerdo extremeño entre PP y VOX que niega la violencia machista

Apuntan hacia el punto número 46 del citado acuerdo, en el que se recoge la defensa de los derechos de las familias, y en el que se aboga por desterrar los discursos machistas, el cual estas asociaciones interpretan como un rechazo a la existencia de la violencia machista.

Redacción

Extremadura | 12.07.2023 04:00

Colectivos feministas se concentraban en rechazo al acuerdo extremeño entre PP y VOX que niega la violencia machista | Ayto. Mérida

Varios colectivos feministas de Extremadura se concentraban ayer para mostrar su rechazo al acuerdo de gobierno entre PP y Vox que convertirá previsiblemente este viernes a la 'popular' María Guardiola en la primera presidenta de la región.

En concreto, apuntan hacia el punto número 46 del citado acuerdo, en el que se recoge la defensa de los derechos de las familias, y en el que se aboga por desterrar los discursos machistas, el cual estas asociaciones interpretan como un rechazo a la existencia de la violencia machista.

La Plataforma 8M Badajoz, Mujeres Libres y Plataforma 8M de Mérida; la Plataforma 8M Almendralejo; y la Plataforma feminista de Plasencia manifiestan así su "profundo rechazo" a los acuerdos que "niegan o directamente ni siquiera nombran las violencias machistas".

Para estas plataformas, que se autodefinen como "apartidistas", la "existencia y causas del patriarcado no es discutible", así como entienden el feminismo como "un movimiento político, social y cultural, que busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas, y eliminar cualquier forma de opresión o discriminación contra las mujeres".

Para este movimiento, la negación de la existencia de las violencias hacia las mujeres por el hecho de serlo "no denota más que un alejamiento de la realidad" de la sociedad, según recoge el manifiesto.

Por ello, cuando leen estos mensajes de "rechazo y negación", se sienten "perplejas y enfadadas", porque cuando han vivido la violencia machista en primera persona o con compañeras, vecinas, madres, hermanas o amigas, es "totalmente imposible que nos quepa la más mínima duda de su existencia y experimentamos una pena profunda y un enfado lleno de rabia".