Dejamos atrás el paso de la Borrasca Beatrice, que se ha dejado sentir de forma intensa en Extremadura, con fuertes lluvias y vientos a lo largo y ancho de la comunidad. El sábado estas inclemencias causaban daños en viviendas y mobiliario urbano de la ciudad de Badajoz, sin tener que lamentar heridos. Árboles caídos en distintas avenidas, desprendimiento de algunas chapas que ocasionaban daños en vehículos estacionados, la imagen del mástil de la bandera en Sinforiano Madroñero venciéndose por el viento, o carpas y veladores.
Arbolado caído e inundaciones también de consideración en la capital cacereña, en donde el sábado el casco antiguo recibió un auténtico torrente de agua. Dejaba también Beatrice, otras estampas en la región como la caída del reloj de la iglesia de San Pedro en Montijo.
Unas lluvias intensas aparejadas a esta borrasca que tienen también sus consecuencias en el norte cacereño. Con ríos que presentan ahora un intenso caudal que están arrastrando las cenizas de los incendios de este verano. Así por ejemplo en Las Hurdes, unos 200 vecinos de Ladrillar, llevan desde mediados de la pasada semana sin agua potable por este motivo. Para garantizar el suministro, el ayuntamiento está repartiendo garrafas de agua.