Un agente de la Guardia Civil fuera de servicio ha detenido a un conductor ebrio en Valdeobispo (Cáceres) y que contaba con antecedentes previos por hechos similares.
La rápida actuación de este agente ha permitido evitar una situación de alto riesgo en la carretera y retirar de la circulación a este conductor de 54 años que, al someterse a las pruebas de alcoholemia, arrojó un resultado positivo.
Este incidente ocurrió en la tarde del pasado sábado, cuando el agente, que circulaba con su familia por la carretera EX-370, fue testigo de la conducción temeraria de un vehículo que precedía al suyo, poniendo en peligro la seguridad vial.
Durante varios kilómetros, el agente observó cómo el vehículo en cuestión invadía repetidamente el carril contrario, generando situaciones de grave peligro para el resto de los usuarios de la vía.
Al percatarse de la gravedad de la situación, el guardia civil decidió intervenir de inmediato, intentando, sin poner en riesgo a otros conductores, que el individuo detuviera su marcha.
Finalmente, a la altura de la localidad de Valdeobispo (Cáceres), logró interceptar el vehículo y retirarlo de la calzada, poniendo fin a la situación de peligro.
Una vez detenido el conductor, el agente solicitó la intervención de la Guardia Civil de Tráfico. En el lugar de los hechos se presentó un Equipo de Atestados perteneciente al Subsector de Tráfico de la Comandancia de Cáceres, quien practicó las pruebas de alcoholemia que confirmaron que éste superaba el límite legal permitido.
Tras realizar las diligencias policiales oportunas, se procedió a la investigación penal del conductor, un varón con antecedentes previos por delitos relacionados con la conducción bajo los efectos del alcohol.
El hombre a sido investigado como supuesto autor de un delito contra la seguridad vial, por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
Cabe destacar que este martes se celebrará un juicio rápido para determinar la responsabilidad del conductor detenido y será la autoridad judicial quien decida sobre la gravedad de los hechos y las posibles consecuencias penales para el acusado, teniendo en cuenta sus antecedentes.