El Ayuntamiento de Mérida subraya la implicación del Gobierno con inversiones como la sede del Instituto de Arqueología
La actuación en el Convento de las Freylas cuenta con un presupuesto de adjudicación de seis millones de euros, y un plazo de ejecución de dos años y cuatro meses
El delegado de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, Antonio Vélez, ha destacado la inversión del Gobierno de España para que el Instituto de Arqueología de Mérida cuente con una nueva sede en el convento de las Freylas, con una inversión de 6 millones de euros a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"Una apuesta de seis millones de euros del Estado con Mérida para dotar a este centro científico de unas oficinas a la altura de su importancia", ha apuntado Vélez, durante su intervención con el acto por el VIII Día de Maximiliano Macías, que organiza el Instituto de Arqueología de Mérida, para destacar el papel de este arqueólogo con motivo de los 114 años desde el inicio de las excavaciones arqueológicas en la ciudad, y donde además se ha presentado el programa científico de la institución dependiente del CSIC.
La actuación en el Convento de las Freylas cuenta con un presupuesto de adjudicación de seis millones de euros, y un plazo de ejecución de dos años y cuatro meses. El plazo para la presentación de ofertas para la ejecución de las obras finalizó el pasado 9 de septiembre.
Vélez ha incidido que esta inversión del Gobierno de España se suma a los más de 90 millones de euros de las distintas obras e inversiones que se están llevando a cabo en la ciudad de Mérida, entre ellas la reforma del Museo Nacional de Arte Romano, la del Puente de Hierro, el desdoblamiento de la N-630 entre las Josefinas y el Tanatorio, o la extensión de la plataforma única en varias calles del centro de la ciudad.
Actuaciones que favorecen "el desarrollo y la modernización" de la ciudad y apoya la creación de empleo y generando economía social".
En este sentido indica que "las buenas relaciones y la colaboración permanente del Ayuntamiento con el Gobierno de España y otras administraciones hacen que estas estén apostando por el incremento de las inversiones en nuestra ciudad".
ACTUACIÓN EN LAS FREYLAS
El histórico edificio ubicado junto a la basílica de Santa Eulalia tendrá uso gracias al acuerdo firmado entre el Ayuntamiento de Mérida y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Será el CSIC, por tanto, quien se encargue de la ambiciosa reforma del edificio y su posterior uso como sede del Instituto de Arqueología de Mérida. El Ayuntamiento decidió ceder el uso del antiguo convento al CSIC por 75 años. Un centro que se compone de tres patios, corral y varias edificaciones y que ocupa un espacio de 1.732 metros cuadrados.
No obstante, tal y como marca el convenio, se trata de una cesión temporal y el uso, como se rigen todos los bienes patrimoniales municipales, debe destinarse a utilidad pública o interés social siempre en beneficio de intereses públicos de carácter local.
En definitiva, para Mérida supone la "consecución de un anhelo histórico", no sólo con la adquisición del mismo sino con la garantía de reforma y uso del edificio, indica el ayuntamiento.
El Consistorio emeritense, dueño del convento desde el año 2007, consigue, de esta forma, la ansiada reforma y apertura de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y que desde hace lustros se encontraba vacío y sin contenido.
Ubicado junto a la Basílica de Santa Eulalia, esta construcción, que albergó el antiguo convento de Santa Olalla de Freylas comendadoras de la orden de Santiago, tendrá uso siendo "referente" de las investigaciones arqueológicas de la ciudad albergando la sede del Instituto de Arqueología de Mérida.
El proyecto tiene como objeto la adaptación del Convento de las Freylas a la sede del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM). Para ello será necesario acometer intervenciones de rehabilitación y restauración en la edificación existente, así como intervenciones de obra nueva aprovechando la parte suroeste de la parcela.
La idea que subyace en la propuesta, según el diseño del arquitecto emeritense Rubén Cabecera, explica la idiosincrasia del monumento en su recorrido histórico. Las bóvedas y fachadas reflejan la realidad del monumento contextualizado en su historia.
Se ha querido recuperar ambos conceptos para remarcar la propuesta que bebe de esas fuentes y generar los espacios necesarios para la restauración, rehabilitación y nueva construcción de la sede del Instituto, así como para ordenar la plaza exterior ofreciendo una visión de conjunto a la Basílica y al Convento.