Cuando se firmó el Estatuto de Autonomía en 1983, Extremadura se encontraba rezagada en términos de infraestructuras y servicios de salud. El sistema de sanidad estaba caracterizado por un limitado acceso a los servicios de atención médica, y carecía de instalaciones modernas. La autonomía abrió una nueva puerta para el desarrollo de políticas y estrategias locales de salud, lo que resultó en una mejora considerable en los servicios de salud en la región.
En las últimas cuatro décadas, Extremadura ha trabajado incansablemente para mejorar su infraestructura sanitaria. Se han construido nuevos hospitales y centros de salud por toda la comunidad, garantizando el acceso a la atención médica incluso en las áreas rurales más remotas. Asimismo, ha habido una importante inversión en equipos médicos modernos y tecnología avanzada.
La autonomía ha permitido a Extremadura adoptar políticas de salud que se adapten mejor a las necesidades específicas de su población. El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha implementado programas y estrategias de prevención y promoción de la salud que han mejorado notablemente el bienestar de la población.
Además, Extremadura ha apostado fuertemente por la formación de su personal sanitario. La creación de la Facultad de Medicina en la Universidad de Extremadura ha permitido formar a médicos y enfermeras dentro de la propia región, y ha hecho posible que muchos jóvenes extremeños se queden en la región para ejercer su profesión.
Sin embargo, todavía quedan desafíos a enfrentar. El envejecimiento de la población y el éxodo rural son dos de los principales retos que deben abordarse para garantizar la sostenibilidad del sistema de sanidad en Extremadura. Además, la reciente pandemia del COVID-19 ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de nuestro sistema de salud y la necesidad de continuar invirtiendo en él.
Cuando celebramos estos cuarenta años de autonomía, es importante no solo reconocer los logros obtenidos, sino también identificar las áreas de mejora y trabajar en ellas. Con el compromiso y esfuerzo de todos, Extremadura puede seguir avanzando hacia un sistema de sanidad más robusto, resiliente y equitativo. Los próximos cuarenta años ofrecen la oportunidad de consolidar los logros alcanzados y de trabajar en los desafíos pendientes. Extremadura tiene la capacidad y la determinación para seguir avanzando en la mejora de su sistema de salud y en la promoción del bienestar de su población
Con la colaboración de la Junta de Extremadura, la Diputación Provincial de Cáceres, la Asamblea de Extremadura y las Diputaciones Provincial de Badajoz.