Ha arrancado el Cáceres con muchas caras nuevas (Manu Rodríguez, Jaume Lobo, Carlos Toledo, Romaric Belemene y Julen Olaizola; solo repiten Jorge Sanz y Devin Schmidt), pero aún incompleto. «Faltan piezas claves en el juego interior», reconoce Roberto Blanco. El club trabaja, dice, para que lleguen lo antes posible, aunque el preparador no se atreve a concretar. «Espero alguna incorporación esta semana, pero no es fácil».
Los motivos de este retraso en la confección de la plantilla (no es la primera vez que el Cáceres inicia la pretemporada sin tener el equipo cerrado) es, dice Blanco, «haber llegado tarde al mercado». Y también, claro, cuestiones presupuestarias. En este sentido ha habido un ajuste en los últimos días para tratar que esos dos pívots que faltan permitan al Cáceres luchar sin apuros por su objetivo, que vuelve a ser la permanencia.