Onda Cero Vega Baja | Esther Sánchez
Torrevieja |
Hoy se cumple el 195 aniversario del gran terremoto que asoló la Vega Baja y por este motivo las localidades que resultaron más afectadas, Torrevieja y Almoradí, lo recuerdan con un simulacro de terremoto y una charla respectivamente. Así, cabe destacar que en Torrevieja se ha desarrollado esta mañana la segunda edición de un gran simulacro por emergencia sísmica recreando un terremoto de intensidad cinco con un fallecido, heridos de diversa consideración y rescates en el CEIP Ntra. Sra. Del Rosario (por la unidad canina), el IES Mediterráneo (por el helicóptero de emergencias Alpha 1).
Como novedad en esta segunda edición los hechos más graves se han producido en un nuevo escenario: el del entorno de la parroquia de la Inmaculada y la plaza de la Constitución, donde se ha instalado un Hospital de Campaña y donde hemos visto en acción al Grupo Especial de Rescate con un ejercicio en altura.
La Asamblea Local de la Cruz Roja de Torrevieja también ha tenido un papel crucial en el triaje de heridos en el Hospital de Campaña para su derivación posterior a los hospitales de la ciudad a bordo de las distintas ambulancias congregadas en el lugar. Para ello ha sido fundamental la coordinación con bomberos y el resto de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Así ha explicado la situación Davey Thompson, referente de Socorro y Emergencias de CR Torrevieja:
Han participado en este simulacro por emergencia sísmica más de 100 efectivos entre Bomberos, Policía Local, Guardia Civil, Policía Autonómica, Protección Civil, Cruz Roja, los dos hospitales de la ciudad (Universitario de Torrevieja y Quirónsalud), el Servicio de Emergencias de la Comunitat Valenciana con todo su despliegue de ambulancias y el 112.
Cabe recordar que el terremoto del 21 de marzo de 1829 causó 389 muertos y 377 heridos en la Vega Baja, además de casi 3000 viviendas completamente destruidas y 2400 dañadas, junto a la destrucción de los puentes sobre el río Segura en Almoradí, Benejúzar, Dolores y Guardamar. La mitad de los fallecidos se registraron en Almoradí al ser la localidad con calles más estrechas y edificios más altos que se derrumbaron unos sobre otros.