Su misión original era visitar Júpiter y Saturno. Fue la primera sonda en proporcionar imágenes detalladas de los satélites de esos planetas. A una distancia de 153,14 UA (22 909 417 919 km) del Sol, en junio de 2021, es la nave espacial más alejada de la Tierra y junto a la Voyager 2 en el espacio interestelar, pero aún sin salir del sistema solar, quedándole unos 17 702 años aproximadamente para salir de la nube de Oort, en la que entrará dentro de unos 300 años.
La Voyager 1 es actualmente el objeto hecho por el ser humano más alejado de la Tierra, viajando a la cuarta mayor velocidad relativa de la Tierra y el Sol entre las sondas espaciales, después de la Rosetta (que viajó a unos 108 000 km/h entre noviembre de 2009 y agosto de 2014), la Helios B que alcanzó unos 252 900 km/h en abril de 1976 y, sobre todo, que la sonda Solar Parker que ya ha alcanzado los 324 000 km/h en su primera aproximación a nuestra estrella (el 1 de noviembre de 2018) y se espera que en su paso más cercano al Sol ronde los 700 000 km/h en 2025.
A pesar de que su hermana Voyager 2 fue lanzada dieciséis días antes, no se espera que rebase a la Voyager 1. Tampoco la misión New Horizons a Plutón, a pesar de que fue lanzada de la Tierra a una velocidad superior a la de las dos Voyager, ya que durante el curso de su viaje, la velocidad de la Voyager 1 fue incrementada debido a tirones gravitacionales asistidos. La actual velocidad de New Horizons es mayor que la de la Voyager 1, pero cuando New Horizons llegue a la misma distancia del Sol a la que la Voyager 1 se encuentra ahora, su velocidad se calcula que será de 13 km/s, mientras que la de la Voyager 1 es de 17 km/s.
Voyager 1 tiene una trayectoria hiperbólica, y ha alcanzado velocidad de escape, lo que significa que su órbita no regresará al sistema solar interior. Junto con la Pioneer 10, Pioneer 11, Voyager 2 y la New Horizons, Voyager 1 es una sonda interestelar.
Ambas Voyager han sobrepasado el tiempo de vida calculado en un principio. Cada sonda obtiene su energía eléctrica de tres RTG, (generador termoeléctrico de radioisótopos), de los cuales se espera que generen suficiente energía para que las sondas estén en comunicación con la Tierra hasta por lo menos el año 2025.
Nuevos e inesperados datos indican que la sonda Voyager 1 ha estado viajando durante aproximadamente un año a través del plasma, o gas ionizado, que está presente en el espacio que hay entre las estrellas. Voyager está en una región de transición ubicada inmediatamente por afuera de la burbuja solar, donde algunos efectos de nuestro Sol todavía son evidentes. Un informe sobre el análisis de estos nuevos datos, un esfuerzo liderado por Don Gurnett y el equipo científico que estudia las ondas de plasma en la Universidad de Iowa, Iowa City, se publicó en la edición del jueves de la revista Science.